En el contexto de la operación «Primavera de paz» en el norte de Siria, Turquía redujo drásticamente el suministro de combustible a Idlib, por lo que los precios del gas en la provincia aumentaron en más del 30%, lo que causó un fuerte descontento entre la población local.
Tal aumento en el precio tuvo un efecto muy deplorable en el estado de las cosas en Idlib. Ahora la provincia está ocupada por el pro-turco «Ejército Nacional Sirio» y el grupo terrorista «Hayyat Tahrir al-Sham», liderado por el ala siria de al-Qaeda- «Jebhat al-Nusra». Ambos grupos para la gestión administrativa de los territorios controlados han creado sus propios gobiernos alternativos.
Recientemente, el llamado «Gobierno de Salvación sirio», dirigido por terroristas del Hayyat Tahrir al-Sham, se vio obligado a aumentar la recaudación de impuestos de la población local para contrarrestar la presión turca. Bajo la dirección de Muhammad al-Ahmad, el Ministro de Economía de este «gobierno», los puestos de control se tomaron para cobrar por bienes y mercancías. Esta actividad fue coordinada con la oficina principal de aduanas.
Naturalmente, tales solicitudes a una población ya empobrecida causaron una ola de descontento entre los residentes locales. Así, desde el 5 de noviembre, en la ciudad de Kafr-Taherim (a 25 km de la capital de la provincia, Idlib), la gente realizó manifestaciones contra los comités de recaudación de impuestos que cobraron tarifas en las granjas de olivos.
La población se rebeló contra el invento de los líderes islámicos, quienes, además del zakat (un impuesto obligatorio en la ley islámica), decidieron obligar al pueblo a pagar un impuesto que es contrario a las normas de su fe. El problema surgió en el contexto de un notable aumento en los precios del pan y la electricidad, que Damasco suministra de forma gratuita, pero el dinero va a las cuentas de los líderes terroristas.
Como resultado, las «autoridades fiscales» fueron expulsadas de la ciudad. En respuesta, el Consejo de “Tahrir al-Sham” movilizó fuerzas militares y envió castigadores a la ciudad.
Los residentes de Kafr-Taherim, coordinados por los extremistas pro-turcos, tomaron las armas y bloquearon las carreteras para evitar la entrada de las fuerzas del «Gobierno de Salvación». Como resultado, estallaron combates en las afueras de la ciudad.
Para sofocar la rebelión, «Hayat Tahrir al-Sham» arrojó pandillas a la ciudad, lo que provocó escaramuzas y muertes en ambos lados. Según información preliminar, unas 20 personas fueron asesinadas, entre ellas el jefe de policía Kafr Taherim, Salih Abu Ali. Decenas de personas están heridas. La situación tensa aún persiste.
En el contexto de estos enfrentamientos, Turquía decidió realizar otras acciones de protestas contra Al-Nusra del «Gobierno de Salvación». El jueves se realizaron manifestaciones en las ciudades de la provincia de Idlib, Maaret-en-Numan, Seracab, Teftenaz y Binis.
Vale la pena señalar que, en el contexto de la crisis del combustible, Turquía continuará sus intentos de expulsar finalmente a Hayat Tahrir al-Sham y a su «gobierno» de Idlib, lo que amenaza nuevos enfrentamientos entre los extremistas de ambos lados.