Los representantes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) tienen derecho a examinar las instalaciones nucleares iraníes de conformidad con el Plan de Acción Integral Conjunto de 2015 (JCPOA), que ahora está en peligro debido al enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, criticó el jueves a Teherán y pidió rechazar su «extorsión nuclear».
«La expansión de Irán de actividades sensibles a la proliferación plantea preocupaciones de que Irán se está posicionando para tener la opción de una rápida ruptura nuclear», dijo.
Teherán canceló la acreditación de un inspector nuclear de la ONU más temprano ese día. Según las autoridades iraníes, la funcionaria activó una alarma en la entrada de la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz la semana pasada y, como resultado, se le impidió inspeccionar las instalaciones.
La organización declaró que podría haber estado llevando un «producto sospechoso», pero no está claro si se encontró algo prohibido en su posesión. El incidente fue reportado a la Agencia Internacional de Energía Atómica, mientras el inspector salió de Irán hacia Viena.
Al mismo tiempo, el enviado estadounidense al OIEA, Jackie Wolcott, declaró que la medida de Irán fue «una provocación escandalosa», señalando que se trataba de un «acto de intimidación injustificado».
Elevar las tensiones sobre el programa nuclear
El incidente ocurrió en medio de otra decisión de la República Islámica de suspender parte de sus obligaciones bajo el Plan de Acción Integral Conjunto, también conocido como el acuerdo nuclear de Irán. Teherán ha comenzado a usar centrifugadoras en el sitio nuclear de Fordow, prometiendo aumentar su reserva de uranio enriquecido (ahora alrededor de 500 kg) en unos 6 kg por día.