Sebastián Piñera, el multimillonario presidente de Chile que se niega a renunciar


Para muchos chilenos Sebastián Piñera representa al sector más privilegiado, que se ha beneficiado del modelo neoliberal que rige actualmente Chile.

A poco de más de dos semanas del inicio de las manifestaciones en Chile, el presidente chileno Sebastián Piñera señaló este martes que que no renunciará a su cargo a pesar de la crisis social y descontento por el que atraviesa el país.

Los manifestantes chilenos exigen un cambio en el sistema económico y social que ha llevado al país suramericano a ser uno de los más desiguales de la región.

El presidente millonario
Para muchos chilenos Sebastián Piñera representa al sector más privilegiado y que se ha beneficiado del modelo neoliberal que rige actualmente en Chile y que profundizado la división entre una élite desconectada de las clases media y trabajadora.

Sebastián Piñera proviene de una familia privilegiada , su progenitor, era diplomático.Su infancia transcurrió entre Bélgica y Nueva York (Estados Unidos), donde su padre entró a trabajar en la primera oficina fuera del país de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), hasta que regresó a Chile en 1954.

Tras graduarse de Economía con altos honores en la Universidad de Boston, Piñera inició una carrera de empresario realizando negocios con entes públicos chilenos.

Piñera realizó trabajos para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); abrió su propia constructora, Toltén; y fue consultor del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Entre sus logros como empresario Piñera introdujo en Chile las tarjetas de crédito Visa y MasterCard con la empresa Bancard, asumió la representación de Apple y compró la aerolínea Lan.

Ingresó también a la propiedad de la empresa de comunicaciones Entel, fue propietario del canal Chilevisión e incluso fue el mayor accionista individual de Colo-Colo, el club de fútbol más laureado de Chile.

La revista Forbes estima el patrimonio del mandatario chileno en 2.700 millones de dólares, en un país donde el salario mínimo es de 418 dólares y donde el ingreso per cápita de 23.000 dólares anuales esconde profundas desigualdades.

Para la mayoría de los 17 millones de chilenos el mandatario es una persona alejada del pueblo y que desconoce la realidad social y económica del país.