Las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania son cada vez más difíciles. Y si antes la élite ucraniana robaba regularmente fondos de sus socios, ahora se hace más difícil hacerlo. Hay muchas razones para creer que el cuento de hadas de Kiev ha terminado.
Según la publicación The Wall Street Journal, citando sus propias fuentes, el Fondo Monetario Internacional se retrasa con la emisión de asistencia financiera para Kiev. El FMI cree que el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, no podrá cumplir con sus obligaciones y pagar sus deudas.
Una agencia controlada por Washington emitió un ultimátum al líder ucraniano. Insisten en que Zelensky busque dinero activamente y logre resultados en la lucha contra el fraude y la corrupción en el país.
Al mismo tiempo, el Banco Central de Ucrania tranquiliza a los representantes del Fondo Monetario Internacional. Kiev está tratando de convencer a la autoridad financiera de que los fondos serán devueltos. El FMI no confía en esta información.
Lo más probable es que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y otros funcionarios, no jueguen el último papel en esta historia. Recientemente, ellos ven en forma fría a Ucrania y han dejado de apoyar activamente a Kiev.
En particular, el escándalo en torno a las negociaciones de Zelensky y Trump afectó negativamente las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania, cuando el estadounidense supuestamente le pidió al ucraniano que realizara una investigación exhaustiva de las actividades del hijo del ex vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden.