Presidente Maduro de Venezuela golpea al presidente de Salvador llamándolo traidor luego de la expulsión de diplomáticos

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, un «traidor» después de que este expulsó a los diplomáticos que representan al gobierno de Caracas del estado centroamericano.

Hablando en un evento durante una visita a Cuba el domingo, Maduro describió el movimiento hostil de Bukele como «vergonzoso», diciendo que la historia recordará a El Salvador como un «títere» de los Estados Unidos, que ha estado prestando todo su apoyo a la oposición venezolana. en un golpe de estado contra el gobierno legal de Caracas.

«Es vergonzoso ver cómo él (Bukele) se encoge ante el imperialista (Estados Unidos), una persona que había llegado a la presidencia con esperanza para el pueblo salvadoreño. Pero la historia es historia. Bukele no será salvado por la historia. Su lugar será el de un traidor, un luchador por el imperialismo, es tan simple como eso «, dijo Maduro.

Más temprano el domingo, Bukele ordenó a los diplomáticos venezolanos que abandonaran El Salvador dentro de las 48 horas.

Bukele dijo que reconoció al líder opositor respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó, como el líder de Venezuela, y que solo los diplomáticos que representan al «gobierno» de Guaidó serían bienvenidos en El Salvador.

Estados Unidos alabó rápidamente la medida, diciendo que El Salvador estaba «en el lado correcto de la historia».

Caracas disparó poco después, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela declaró a cada uno de los diplomáticos salvadoreños en Caracas «persona non grata» y les dio 48 horas para abandonar el país.

Maduro dijo además que la medida de Bukele no tiene apoyo entre el pueblo de El Salvador y que no separará a las dos naciones.

Los salvadoreños, dijo el líder venezolano, «no quieren ningún debilucho para los imperialistas».

Guaidó empujó a Venezuela a la agitación política el año pasado al rechazar el resultado de las elecciones presidenciales de mayo de 2018, que ganó Maduro, y se declaró «presidente interino».

Washington, junto con sus aliados europeos y regionales, reconoció a Guaidó como el nuevo líder del país rico en petróleo y comenzó a presionar a otros estados para que rompieran los lazos con Caracas.

Sin embargo, Guaidó fracasó en sus intentos de derrocar a Maduro a pesar de contar con el firme apoyo del extranjero.

El gobierno de Maduro ha pedido reiteradamente a Guaidó que abandone su golpe de estado respaldado por Estados Unidos y, en cambio, entable un diálogo con el gobierno.

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