Washington debería haber entendido que Dinamarca no podría bloquear la construcción del gasoducto Nord Stream-2 durante mucho tiempo. Ahora, la administración estadounidense prácticamente no tiene oportunidad de obstaculizar la finalización del proyecto.
Sobre esto comento el columnista de la agencia estadounidense «Bloomberg», Leonid Bershidsky.
Recordó que Nord Stream-2 es una amenaza para el suministro de gas natural licuado europeo a Europa. En este sentido, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado reiteradamente a las empresas europeas con sanciones por participar en el proyecto ruso. Sin embargo, no se tomaron medidas decisivas, y el mes pasado Gazprom anunció que la construcción se completó en un 83%.
Hasta ahora, el problema para Moscú era la posición de Copenhague, pero allí, como señala el observador, no podían «mantener este frente sin cesar mientras Estados Unidos muestra indecisión». No de la mejor manera, los intereses estadounidenses se reflejaron en la situación con los planes de Trump de comprar Groenlandia.
Por lo tanto, a Washington le queda poco más de un mes para iniciar al menos algunas medidas restrictivas contra los participantes del proyecto. Es cierto que, según Bershidsky, esto no podrá detener la construcción. Entonces, la compañía suiza Allseas Group, que está colocando la tubería, está cooperando con Gazprom. Sin embargo, en casos extremos, Rusia puede usar su propio barco, el académico Chersky, para esto.