Un nuevo gobierno libanés debe formarse rápidamente, pero sin decisiones precipitadas que puedan conducir a ramificaciones negativas, dijo el presidente Michel Aoun el sábado, luego de la renuncia del primer ministro Saad Hariri.
«El señor presidente ve que un gobierno entrante enfrentará muchos desafíos, lo que implica la necesidad de un proceso rápido de su formación, pero no apresurado. Porque la prisa en tales situaciones podría tener consecuencias negativas», dijo el servicio de prensa presidencial en una declaración.
Hariri renunció el 29 de octubre después de 13 días de protestas por dificultades económicas. Se le ha pedido que continúe como primer ministro interino hasta que se forme un nuevo gobierno.
Según la oficina, el presidente ha celebrado una serie de reuniones importantes desde la renuncia de Hariri para determinar la fecha de las consultas parlamentarias, teniendo en cuenta que la situación actual debe resolverse con calma.
El Líbano tiene un complejo sistema político de poder compartido destinado a la representación adecuada de las 18 sectas del país.
Las protestas en el país fueron provocadas por la intención de las autoridades de introducir un impuesto sobre las llamadas en línea, así como las malas condiciones económicas y los bajos niveles de vida. Los planes para los gravámenes adicionales se han abandonado desde entonces, pero las protestas continuaron. Según el presidente, el país sufre un bloqueo financiero y sanciones. Además, hay escasez de divisas en el sector bancario.