Estados Unidos y otros estados de la OTAN han expresado durante mucho tiempo sus temores de que Rusia pueda intentar iniciar una ofensiva en los países bálticos, citando su supuesta participación en el conflicto armado en el este de Ucrania. Rusia niega con vehemencia estas acusaciones y acusa a los gobiernos occidentales de alarmar y «demonizar» a Rusia.
Algunas «voces influyentes» en la actual administración estadounidense han sugerido varias opciones agresivas para una respuesta estadounidense a una posible ofensiva rusa en el Báltico o una operación de China en Taiwán, informó el diario de Política Exterior. Sin embargo, es probable que ninguna de estas opciones traiga a Washington los resultados deseados, agregó el medio de comunicación.
Es decir, algunos funcionarios estadounidenses sugieren que la «escalada horizontal» o la imposición de grandes gastos en estos países a través de embargos comerciales o atacar bases e instalaciones extranjeras pueden ser posibles opciones. Se han sugerido que, en respuesta a acciones agresivas de Moscú o Beijing, Washington podría apuntar a sus despliegues remotos. Por ejemplo, esto podría ser las fuerzas rusas en Siria o la base de China en Djibouti.
La plataforma de medios señala, sin embargo, que es poco probable que tal opción produzca el efecto necesario ya que estos territorios no son tan cruciales para ellos como dicen los países bálticos o Taiwán. La Política Exterior sugiere además que es probable que tanto Moscú como Beijing cancelen estos despliegues externos en la etapa de planificación de posibles ofensivas futuras.
Voces más agresivas en Washington sugieren que Estados Unidos podría atacar la periferia de los dos estados, como Crimea y el Lejano Oriente en Rusia, o las regiones occidentales de China, como respuesta a sus ofensivas. Algunos fueron tan lejos como para recomendar ataques a los llamados «centros de gravedad estratégicos»: aparatos de control del gobierno o activos económicos vitales para las sociedades de los dos países.
Es probable que estas estrategias agresivas estén condenadas a producir más daño que resultados, según el diario Foreign Policy:
«… los ataques contra estos objetivos de imposición de costos, ya sea en áreas periféricas o contra activos estratégicos, serán pinchazos, es poco probable que importen mucho, o serán tan dolorosos que provoquen, y pueden parecer a gran parte del resto del mundo para justificar represalias severas. Rusia y China tienen muchas maneras de escalar a cambio, incluido el uso de armas nucleares, incluso contra los propios Estados Unidos «.
Rusia Scaremongering
Los estados de la OTAN, incluido Estados Unidos, han estado discutiendo formas de defenderse de las posibles ofensivas de Rusia en Europa desde que acusaron a Moscú de participar en el conflicto armado en el este de Ucrania, que comenzó en 2014.
Rusia niega haber tomado parte en ella y señala que los estados occidentales no presentaron ninguna prueba creíble para corroborar sus afirmaciones. El Kremlin acusó a los estados de la OTAN de usar estas afirmaciones para fines de alarmismo y pidió establecer un diálogo adecuado en lugar de impulsar la presencia militar de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia.