Miles de manifestantes protestaron en las calles de Santiago el martes y marcharon hacia el Palacio Presidencial de La Moneda, mientras continuaban los disturbios por la creciente desigualdad y los altos costos de vida.
Los manifestantes establecieron barricadas, agitaron las banderas de Chile y llevaron carteles, exigiendo un cambio político y social.
La manifestación se volvió violenta cuando los manifestantes arrojaron piedras y prendieron fuego a las barricadas, y la policía antidisturbios desplegó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes.