El uso de Internet para promover las drogas y persuadir a las personas a tomar sustancias prohibidas se convertirá en un delito penal en Rusia bajo las nuevas enmiendas a la legislación ordenada por el presidente Vladimir Putin.
Las enmiendas también cubren los cannabinoides sintéticos que alteran el estado de ánimo, como Spice. El organismo de control del consumidor de Rusia, Rospotrebnadzor, había dicho anteriormente que estas sustancias causaron más de 110 muertes en el país entre 2016 y 2018.
Putin ha respaldado la ley propuesta, que prohibiría la publicación de información sobre formas de cocinar y distribuir sustancias psicoactivas en Internet. También ha dado instrucciones al Ministerio del Interior para que aumente el número de policías involucrados en la lucha contra el tráfico ilegal de drogas, tanto en Internet como fuera de línea.
Los parlamentarios han respaldado la iniciativa del presidente, con Pavel Krasheninnikov del gobernante Partido de Rusia Unida diciendo que las multas existentes por la propaganda de drogas en línea han demostrado ser «ineficaces». Un castigo penal más grave sería «una herramienta mucho más útil para enfrentar esta plaga», agregó. .
Internet «es el instrumento más rápido y seguro de la mafia del narcotráfico», dijo Aleksey Sviridov, jefe del movimiento de base de Rusia Fuerte, quien había discutido anteriormente el tema de los narcóticos con Putin.
«La policía cibernética debería ser creada para frenar la venta de sustancias a través de las redes sociales y los mensajeros», dijo, y agregó que los agentes de la ley deben encontrar nuevas formas de abordar el problema, ya que los delincuentes están constantemente refinando sus medios de distribución.
Las estadísticas muestran que no hay una disminución en el número de delitos relacionados con drogas, sino solo crecimiento.
El año pasado, el Informe Mundial sobre Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito dijo que Rusia ocupaba el lugar 15 en la lista de países con el mayor número de muertes por drogas. La tasa de mortalidad en el país era de 58.1 personas por millón, con casi 5,800 muertes reales por narcóticos.