Fue el sábado cuando Piñera anunció un cambio de gabinete de su regimentar en medio de las protestas y manifestaciones sociales que han registrado en varios puntos del país sudamericano desde hace más de una semana.
“He pedido a todos los ministros poner sus cargos a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete para poder enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargos de los nuevos tiempos”, señaló el Mandatario en esa oportunidad.
Hoy, lunes se hizo efectivo el anuncio y el principal damnificado fue el ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, quien se había mantenido como el hombre de confianza de Piñera desde su primer Gobierno. Sin embargo, lo ocurrido en los últimos días terminó por sepultar su continuidad en el Ejecutivo.
En su lugar, quien asumirá dicha cartera será Gonzalo Blumel (del partido derechista Evópoli), quien hasta este entonces se había desempeñado en la Secretaría General de la Presidencia. Su vacante será ocupada por Felipe Ward, ahora ex Bienes Nacionales, cartera que será liderada por Julio Isamit, ex «dirigente» de la Revolución Secundaria Pingüina del 2006.
Juan Andrés Fontaine, titular de Economía, también dejará su puesto, luego de sus polémicas palabras donde instaba a la población a “levantarse más temprano” para enfrentar el alza del Metro. En su lugar asumirá Lucas Palacios.
La que tampoco quedó fuera de los cambios en el equipo ministerial fue la vocera Cecilia Pérez. En su lugar asumió la ahora ex intendente Metropolitana, Karla Rubilar. La ahora ex vocera asumirá en Deportes, dejando a Pauline Kantor fuera del gabinete.
Felipe Larraín, tras su desafortunada frase donde invitó a comprar flores porque “están más baratas”, también dejará Hacienda. Será Ignacio Briones quien asumirá dicho ministerio.
Finalmente, el cambio de gabinete lo completó Nicolás Monckeberg quien dejará el Ministerio del Trabajo, puesto que será ocupado por María José Zaldívar.
Cambios más, cambios menos, soluciones «parche», pero sin soluciones de fondo.