Movimientos y organizaciones sociales se unieron ayer viernes para participar en «la marcha más grande de Chile» convocada para rechazar las políticas del régimen encabezado por Sebastián Piñera, sumado a las protestas populares que cumplen su séptimo día.
La movilización inició entre las 17:00 y 18:00 (hora local) en las calles de la ciudad de Santiago (capital del país), confluyendo desde distintas direcciones hasta Plaza Italia, con el fin de exigir el retorno de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) a los cuarteles, retirar del Congreso las normas anti populares y convocar a una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución.
Más de un millón de manifestantes acudieron con pancartas y banderas de la nación suramericana que tienen mensajes como «Chile Despertó» y «no estamos en guerra», tras las declaraciones emitidas por Piñera.
Según el último reporte de la Fiscalía de Chile, la violenta represión de Carabineros y militares al menos 17 personas han muerto, mientras que 7.641 personas han pasado a control de detención en todo el país.
Aunque las protestan se han concentrado mayormente en la capital, en otras regiones del país chilenos también se llamó a movilizaciones para reiterar el rechazo a las políticas del régimen y a la violencia evidenciada en las calles.
El descontento popular inició el pasado 14 de octubre contra el aumento del pasaje del metro a más de un dólar, pero el 18 de octubre creció ante la «evasión masiva» convocada principalmente por estudiantes, quienes instaban a no pagar el nueva valor.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad reprimieron fuertemente a los estudiantes y a las organizaciones que se sumaron al reclamo; luego, ante el recrudecimiento de la violencia, Piñera decretó un estado de emergencia y toque de queda en algunas ciudades.