Las compañías alemanas han perdido más de $ 100 mil millones desde que la Unión Europea impuso sanciones a Rusia, dijo a Izvesita el miembro del Comité de Asuntos Exteriores del Bundestag Waldemar Herdt, que representa el partido Alternativa para Alemania. Señaló que su facción solicitaría al parlamento desarrollar un mecanismo para compensar las pérdidas de las empresas alemanas y revisar la política de sanciones contra Moscú.
Según el Servicio Federal de Aduanas de Rusia, el comercio con Alemania casi se redujo a la mitad después de la introducción de sanciones. El comercio bilateral cayó a $ 45 mil millones a fines del 2015 en comparación con $ 70 mil millones en el 2014. Sin embargo, surgió una tendencia al alza en el 2017, lo que hizo posible que el comercio ruso-alemán alcanzara los $ 59 mil millones en el 2018.
El Director de Investigación del Foro Alemán-Ruso, Alexander Rahr, especificó que la Unión Europea y Rusia habían perdido un total de $ 400 mil millones para fines del 2019. Al principio, las restricciones infligieron más daño a Rusia, pero ahora, los países europeos enfrentan más pérdidas, según el experto. «Hay dos razones detrás de esto: primero, Rusia ha localizado la producción y comenzó a fabricar algunos bienes, y segundo, otros países, incluidos China, Turquía e India, han entrado en el mercado ruso, ocupando los nichos donde las empresas alemanas solían prosperar», dijo Rahr.
Los expertos señalan que la economía de la UE también se ha visto afectada por el embargo de alimentos que Moscú introdujo en respuesta a las sanciones en el 2014.
La idea de eliminar las restricciones surge regularmente en el Parlamento Europeo, pero sus miembros no han progresado más allá de las discusiones en los últimos seis años. El miembro francés de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Thierry Mariani, dijo a Izvestia que el tema no se incluirá en la agenda en un futuro próximo. Según él, el Parlamento Europeo actualmente tiene otras prioridades, relacionadas con los acontecimientos en Siria y la falta de participación de la Unión Europea en ellas. Mariani enfatizó que Moscú se había convertido en uno de los actores clave en el Medio Oriente y África, y señaló la necesidad de cambiar los enfoques de las relaciones con Rusia.