El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, no descarta que se cree una agencia especial para tratar con los refugiados que regresan del noreste de Siria.
«Surgen muchos problemas legales que no están regulados por el derecho internacional de ninguna manera. Por supuesto, será necesario establecer una agencia especial, o la Organización de las Naciones Unidas debería trabajar de cerca en este tema», dijo Shoigu a los periodistas después de las conversaciones entre el presidente ruso, Vladimir Putin y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan en Sochi.
Según el militar ruso, hay siete prisiones en la denominada Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria con partidarios del Estado Islámico (organización terrorista prohibida en Rusia) y al menos ocho campamentos para desplazados internos, incluidas las esposas de los militantes y niños. Según la ONU, puede haber alrededor de 120.000 personas en prisiones y campamentos en Siria. Entre los presos y los desplazados internos se encuentran representantes de 72 nacionalidades de 36 países. Esos lugares están custodiados por las Fuerzas Democráticas Sirias.
Shoigu señaló que en las 48 horas, los guardias fueron despedidos y las 500 personas restantes abandonaron el área. «No diré que todas esas personas son definitivamente terroristas», agregó el ministro de defensa ruso, señalando que las medidas están siendo tomadas «por quienes controlan estos territorios» para devolver a los refugiados.
«Ahora hay un problema de devolverlos a sus países. Este problema es mucho más complicado de lo que parece y va más allá de la declaración en Twitter: ‘Vayan y tómenlos'», dijo Shoigu. «¿A quién van a regresar? ¿A alguien que visitó un país extranjero como turista? ¿O a alguien que participó en el combate?”, el se preguntó.
El ministro de Defensa dijo que se necesitan pruebas para demostrar que esas personas eran miembros de organizaciones terroristas. «¿Quién trabajará en esto? Hay muchas preguntas aquí, y no las discutiré en detalle, pero la situación es así ahora», concluyó.