Rusia lanza una alfombra roja para sus socios africanos

La primera cumbre Rusia-África copresidida por el presidente ruso Vladimir Putin y el jefe de estado de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, comenzará el miércoles en la ciudad turística de Sochi. El presidente Sisi representa a uno de los países más influyentes en el continente y en la Unión Africana, una organización intergubernamental, que se compone de 55 estados del continente, escribe RBC. Según el Kremlin, a la cumbre asistirán 43 líderes, mientras que otros 11 países estarán representados por ministros y embajadores.

La idea de la cumbre fue propuesta en 1989 por el entonces ministro de Relaciones Exteriores soviético, Eduard Shevardnadze,  dijo al periódico el vicepresidente de la Asociación de Diplomáticos Rusos, Andrei Baklanov. Sin embargo, en la década de 1990, la cooperación de Moscú con África se redujo, y la actividad en este ámbito se reanudó solo a mediados de la década de 2000. Se espera que el evento de dos días signifique la intención de Rusia de regresar a África, enfatizó el experto.

Según Baklanov, uno de los factores que obstaculiza la cooperación ruso-africana es la inestabilidad política en algunos países africanos, lo que genera preocupación entre las empresas privadas y las corporaciones estatales, e impide la inversión a largo plazo, explicó.

Dicho esto, la Unión Económica Euroasiática (EAEU) y la Unión Africana firmarán un memorando de cooperación en la cumbre, informó el presidente de la Junta de la Comisión Económica Euroasiática, Tigran Sargsyan, a RBC. «Estamos interesados ​​en la Unión Africana, porque es un gran mercado económico en desarrollo dinámico con una población de 1.300 millones de personas», señaló.

Los intensos esfuerzos de Rusia en África en los últimos años fueron una sorpresa para muchos diplomáticos y expertos en Occidente, incluso en París, dijo al periódico Arnaud Dubien, director del centro analítico de observación franco-ruso. Moscú está demostrando su voluntad de restablecer los lazos con sus socios de la era soviética, por ejemplo, Angola y Mozambique, y con países que han estado bajo influencia occidental, específicamente Marruecos, Nigeria y Sudáfrica.

«Moscú y sus aliados africanos tienen intereses similares en la ONU en gran medida. Eso se aplica a defender el principio de no injerencia en los asuntos internos de los países y crear un orden mundial multilateral», señala al periódico Evgeny Korendyasov, Jefe del Centro para el estudio de las relaciones ruso-africanas y la política exterior de los estados africanos en la Academia de Ciencias de Rusia.

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