El jefe de Estado anuncia una Mesa de Diálogo con partidos opositores, cuando a la vez sataniza las masivas movilizaciones suscitadas en el país austral.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este lunes la activación de la Ley de Seguridad del Estado contra los miles de manifestantes que exigen su salida del Palacio de la Moneda.
«Invocamos la Ley de Seguridad del Estado, contra el puñado de delincuentes, que con violencia y maldad destruyen propiedades y sueños (…) Hemos establecido el Estado de Emergencia en muchas regiones de Chile, para permitir que las Fuerzas Armadas colaboren con las fuerzas de orden para proteger la vida, tranquilidad y los bienes de la población», afirmó el jefe de Estado.
Asimismo, el presidente volvió a criminalizar a los protestantes que ejercen su derecho constitucional a la movilización, «la democracia tiene el derecho y la obligación de defenderse de los males como la violencia y delincuencia», agregó.
Ante la presión popular, Piñera anunció un pacto social con bancadas políticas opositoras y representantes de sectores populares, a través de reuniones con críticas y propuestas al modelo económico chileno.
«Me reuniré con partidos de oposición para avanzar a un acuerdo social para acercarnos con rapidez, eficacia y responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que aquejan a los chilenos y generar las oportunidades que merecen nuestros compatriotas», aseveró el presidente de la Nación.
El Alto mandatario no se refirió a los actos de represión por parte de militares, ni a los datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos, que registra 13 personas fallecidas, 44 gravemente heridas y 283 habrían sido detenidas solamente en Santiago.
«Estamos trabajando para la mejoría de las pensiones, en la reducción de precios de medicamentos, mejor atención de salud y en implementar un seguro catastrófico para controlar el gasto de medicamentos para las familias chilenas», concluyó.