En 13 años de mandato, Evo Morales consiguió reducir los índices de pobreza extrema en Bolivia y posicionar al país entre los de mayor crecimiento económico en la región.
Ya se conocieron los resultados de la primera vuelta de las elecciones generales en Bolivia, y tal como anticipaban los pronósticos, se alzó con la victoria el candidato por el partido Al Socialismo (MAS), Evo Morales, quien esta vez optaba por una cuarta reelección a la presidencida del Estado Plurinacional.
El pueblo boliviano decidió mantener el curso de tendencia progresista que mantiene el gobierno de ese país desde que Evo fuera electo por primera vez en 2006, y comenzara una gestión que ha conseguido grandes avances en materia social, colocando al país entre las naciones con mayor crecimiento económico en la región.
Juan Evo Morales Ayma es reconocido en la historia por ser el primer líder indígena de Bolivia, y el mandatario que más tiempo ha permanecido en la presidencia de ese país.
De ascendencia aymara y cuna humilde, e hijo de padres campesinos, Evo nació en Isallavi, en el departamento Oruro, el 26 de octubre de 1959 y solo alcanzó a graduarse de Bachillerato.
Su carrera política comenzó en las bases sindicales de productores de planta de coca en la provincia de Chapare, en el departamento boliviano de Cochabamba (centro):
— En 1983, cuando lo nombraron Secretario de Deportes de su sindicato, para en 1985 ascender a Secretario General.
— En 1988, asumió el cargo de secretario ejecutivo de la Federación del Trópico de Cochabamba.
— Para 1996 ya era el Presidente del Comité de Coordinación de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.
— Prosiguió su carrera como diputado uninominal por la circunscripción 27 del Chapare; sin embargo, en enero del 2002, los partidos neoliberales lo expulsaron del Congreso Nacional.
— En 2002, el partido que lidera, MAS, logró romper con las estructuras partidistas de Bolivia y obtuvo 36 escaños en el congreso, con unos 581 884 votos. Para las elecciones municipales de 2004, ya el MAS era la primera fuerza política de Bolivia.
En 2009, luego de aprobar la nueva Constitución Política del Estado, convocó a elecciones y volvió a ganar con el 63 por ciento de los votos. Más tarde, en 2014, volvió a batirse en los comicios y fue nuevamente respaldado por el pueblo, que lo eligió con el 62 por ciento de la votación, y su partido, Al Socialismo (MAS), se hizo con dos tercios de la Asamblea Legislativa, algo sin precedentes.
Varios políticos y académicos lo describen como el reflejo del hombre andino, estoico, inteligente, rebelde, luchador y perseverante.
Su gestión se ha caracterizado por priorizar con ayudas sociales a los estratos más vulnerables de la población boliviana, nada menos que lo esperado teniendo en cuenta su procedencia. Además, parte del éxito de su gobierno reside en que consiguió posicionar al estado Plurinacional como uno de los países con mayor crecimiento económico y social en el continente, en apenas poco más de una década.
Otro de los pilares de su gobierno ha sido la drástica reducción de la pobreza extrema en el país, en más de la mitad. Desde que asumiera el cargo, los salarios mínimos en el país aumentaron en más del doble, logrando que cerca del 62 por ciento de su población alcanzara ingresos medios.
Un punto clave de su política desde la fundación del Estado Plurinacional de Bolivia fue la Nacionalización de los Hidrocarburos, lo que permitió aumentar significativamente el gasto social del estado boliviano. Los avances en materia de salud y educación también han sido notables.
No obstante, la reelección de Evo Morales para el periodo 2020 — 2025 ha estado marcada en cierto punto por la polémica, pues algunos no consienten su reelección para un cuarto mandato, apoyado en los resultados del Referéndum celebrado en 2016 para extender los términos de la reelección que no fue respaldado. Mas en 2018, una sentencia del Tribunal constitucional lo habilitó a participar de los comicios de este 20 de octubre.
Para su nuevo mandato, Evo continúa apostando a la recuperación de los recursos naturales del país, y continuar apoyando, como hasta ahora, a las comunidades originarias que coexisten en Bolivia. De igual modo, insiste en el trabajo conjunto con el pueblo