Las protestas en Cataluña han estado en marcha desde el 14 de octubre, cuando la Corte Suprema española entregó penas de prisión de hasta 13 años a nueve de los líderes independentistas de la región.
Los manifestantes independentistas en Barcelona continúan reuniéndose para protestar contra un fallo de la Corte Suprema española que condena a nueve políticos catalanes involucrados en la organización del referéndum de independencia de 2017 a 9-13 años de prisión por cargos de sedición y otros tres a multas por desobediencia.
Las manifestaciones se volvieron violentas recientemente, resultando en cientos de personas heridas y detenidas. El 20 de octubre, el ministro del Interior interino, Fernando Grande-Marlaska, dijo que 288 agentes de policía habían resultado heridos en los enfrentamientos.
Las violentas protestas en la región han llamado la atención internacional. El 18 de octubre, en medio de una huelga general en toda la región, los manifestantes bloquearon carreteras con barricadas y les prendieron fuego, arrancaron letreros de las calles, rompieron las ventanas de las tiendas y se enfrentaron con la policía cerca del edificio de la Policía Nacional. Lanzaron ladrillos, botellas, fuegos artificiales y otros objetos a la policía y quemaron cajas de cartón. La policía respondió disparando balas de goma y gases lacrimógenos para contener a la multitud, así como utilizando cañones de agua para apagar los incendios.