La incursión de Erdogan en Siria se convierte en la fuerza impulsora de la solidaridad árabe

El Medio Oriente ahora tiene que cooperar con el gobierno sirio, esa es la señal clave que Rusia está tratando de enviar en medio de la Operación “Primavera de Paz” de Turquía, escribe Nezavisimaya Gazeta.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, instó anteriormente a una cooperación práctica entre Ankara y el ejército sirio, tal como lo hicieron los kurdos. Por su parte, el enviado presidencial ruso para Siria, Alexander Lavrentiev, criticó la operación militar de Ankara como inaceptable.

Se espera que el tema se discuta durante la próxima visita del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a Rusia. Mientras tanto, la Liga Árabe dijo que consideraría la reincorporación de Siria como su miembro, e Irak prometió presentar la solicitud correspondiente.

Por otro lado, es crucial para los países del Medio Oriente garantizar que se inicie un proceso de solución política en Siria.

La incursión de Erdogan en el norte de Siria, que comenzó el 9 de octubre, tenía como objetivo despojar a las unidades kurdas del derecho a participar en el proceso político, dijo a Nezavisimaya Gazeta Timur Akhmetov, experto en el Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia.

«Siria está a punto de iniciar un diálogo de solución política, ya que los kurdos solían controlar un gran territorio. Eso significa que podrían insistir en participar en la lucha por la influencia política en el futuro de Siria. La operación de Turquía es un paso preventivo», dijo.

Sin embargo, el experto está seguro de que la reconciliación de Turquía con el gobierno sirio no dará lugar a ningún diálogo completo en el futuro previsible. «Ankara buscará progreso en lo que respecta a las reformas políticas», señaló Akhmetov. «Creo que en asuntos relacionados con la seguridad, Turquía se contentará con acciones unilaterales, y eso es lo que ha demostrado la operación militar en curso, o coordinará todo eso con Rusia. Un factor importante podría ser la restauración de las relaciones de Siria con el mundo árabe y los intentos de algunos países árabes para fortalecer la solidaridad regional a través del sentimiento anti-turco. En ese caso, Ankara tendrá más razones para reconsiderar su postura sobre el presidente sirio Bashar Al Assad”, agregó el experto.

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