Ataque al buque petrolero en el Mar Rojo: Irán planea enviar evidencia del papel de Estados Unidos e Israel ante la ONU


En los últimos meses, Estados Unidos y Arabia Saudita, dos de los adversarios clave de Irán, han culpado a la República Islámica de una serie de ataques contra embarcaciones comerciales en el Golfo Pérsico y las instalaciones petroleras en Arabia Saudita, que Irán niega categóricamente haber realizado.

Un importante legislador iraní culpó a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita por el reciente ataque contra un petrolero iraní en el Mar Rojo y se comprometió a llevar el asunto a las Naciones Unidas.

Abolfazl Hassan Beigi, miembro del comité de seguridad nacional y política exterior en el parlamento de Irán, afirmó el miércoles que las imágenes tomadas por cámaras en el buque tanque apuntan a los tres países, que están encerrados en una guerra fría con Irán.

«Hay abundantes documentos y evidencia de interferencia de ciertos gobiernos en el ataque contra el petrolero iraní y serán presentados a la ONU y al Consejo de Seguridad de la ONU», dijo el legislador, según lo citado por Fars News, y agregó que quienes están detrás del ataque debe «pagar el precio» por sus acciones.

Mientras tanto, el jefe de seguridad de Irán, Ali Shamkhani, prometió el miércoles «dar una respuesta» que hará que quienes estén detrás del ataque «se arrepientan de su acto».

El petrolero iraní Sabiti se incendió el 11 de octubre cuando se dirigía a Siria en el Mar Rojo. En el momento del incidente, el buque estaba a unos 100 kilómetros del puerto saudita de Jeddah.

El Sabiti pertenece a la National Iranian Tanker Company, que ha publicado fotos que parecen mostrar dos agujeros en el barco sobre la línea de flotación. La compañía dijo que el Sabiti probablemente fue alcanzado por dos misiles, lo que supuestamente provocó una explosión y una fuga de aceite que se detuvo rápidamente.

A principios de esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, describió el presunto ataque con misiles como «acción patrocinada por el estado» llevada a cabo por «uno o más gobiernos», pero se negó a echarle la culpa a nadie hasta que termine la investigación oficial.

Arabia Saudita ha negado cualquier papel en el incidente, y tampoco ha habido noticias de Estados Unidos o Israel en las noticias.

Una serie de ataques inexplicables contra barcos en las instalaciones petroleras del Golfo y Arabia Saudita entre mayo y septiembre aumentaron las tensiones ya en ebullición entre los Estados Unidos y su principal aliado regional, Arabia Saudita, por un lado, e Irán, por el otro lado. Washington, que continúa con su campaña de «máxima presión» frente a Irán, se apresuró a responsabilizar a Teherán en cada caso, lo que este último negó rotundamente.

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