El retiro de las fuerzas en Petrovskoye y Zolotoye coincidió hace dos semanas y podría llevarse a cabo a fines de esta semana o al comienzo de la próxima, dijeron las fuentes de Izvestia cercanas a las conversaciones en la capital bielorrusa de Minsk.
Según uno de ellos, las partes reafirmarán su disposición a comenzar el tan esperado proceso a lo largo de la línea de contacto el 15 de octubre. Mientras las Repúblicas Populares del Donbass cumplieron sus compromisos con respecto al comienzo de la retirada, las fuerzas armadas de Ucrania no hicieron lo mismo. Esto se debe en gran medida a la postura de los nacionalistas y los llamados batallones voluntarios de extremistas que no obedecen las órdenes de las autoridades oficiales en Kiev y proclaman que están decididos a «defender a Ucrania».
Se espera que el segundo intento de retirar fuerzas sea un éxito, porque la próxima cumbre de Normandía Cuatro, que tanto necesita el presidente ucraniano Vladimir Zelensky, depende de eso, explicó otra fuente al periódico. El tema en cuestión en las conversaciones de Minsk no será solo una coordinación formal, sino acciones genuinas de Kiev, dijo el enviado de la República Popular de Lugansk al subgrupo político del Grupo de Contacto, Rodion Miroshnik. En su opinión, la razón detrás del descarrilamiento del proceso de retiro es la compleja situación política que afecta a Ucrania. «Sospechamos que Ucrania está incumpliendo deliberadamente sus obligaciones. Cuando existe la necesidad de detener los bombardeos, por ejemplo, cerca de Stanitsa Luganskaya, Kiev lo hace. Hay razones internas para eso, incluida la falta de influencia del liderazgo en el los aparatos de seguridad. Ucrania tiene que aclarar la situación y cumplir con sus obligaciones con nosotros y las agencias internacionales, garantes de los acuerdos «, subrayó.
Según el comentarista político Denis Denisov, el presidente de Ucrania, Zelensky tiene tanto el deseo como la voluntad política de avanzar en el tema. Sin embargo, hay bastantes factores que le impiden hacerlo. «El problema es que Zelensky y su séquito temen mucho a los nacionalistas radicales y hasta ahora no están preparados para actuar en serio en lo que respecta a los batallones voluntarios», señaló el experto.
En cuanto a la fórmula Steinmeier, la impresión es que Kiev aún no ha moldeado completamente su postura para resolver la crisis, continuó. «Los interlocutores ucranianos muestran el deseo y, en parte, incluso la capacidad de avanzar por el camino político. Sin embargo, parece que primero toman decisiones y luego solo leen documentos. Además, aquellos en Kiev que están involucrados en los esfuerzos para resolver la crisis ucraniana está muy mal preparados. Por lo tanto, es necesario esperar hasta que formulen su postura. Eso allanará el camino para la vía política en las conversaciones», señaló.