Las elecciones parlamentarias de Polonia celebradas el 13 de octubre eran predecibles con el partido conservador de Ley y Justicia (PiS) del país encaminado hacia la victoria. Los expertos dijeron a la edición Izvestia que la política social del partido contribuyó en gran medida a su éxito. Mientras tanto, la reelección de los conservadores no promete muchos cambios en la política exterior del país. Polonia seguirá siendo un fiel aliado de Estados Unidos y un crítico tradicional de Rusia, mientras continúa un equilibrio dentro de la Unión Europea.
Una fuente de las fuentes diplomáticas polacas dijo a Izvestia que es poco probable que las relaciones de Varsovia con Bruselas cambien con la reelección de PiS. Polonia no tomará ninguna medida drástica que amenace la pertenencia a la UE, pero tampoco se deben esperar intentos de profundizar la cooperación de su parte. «Seguramente, las autoridades polacas continuarán buscando lazos muy estrechos con Estados Unidos, que son vistos como un contrapeso a las tensiones con Bruselas», dijo la fuente.
Sin embargo, el hecho de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no haya venido a Polonia en el aniversario de la Segunda Guerra Mundial, donde se lo esperaba como invitado principal, resultó ser «una bofetada para los políticos locales», escribió el periódico. Varsovia tampoco estaba contenta con la partida del ex asesor de seguridad nacional de Estados Unidos John Bolton el mes pasado, ya que fue uno de los principales cabilderos por expandir la presencia de Estados Unidos en Polonia.
Sin embargo, es improbable que las relaciones tradicionalmente frías entre Varsovia y Moscú cambien, escribió Izvestia. Vale la pena señalar que incluso una alteración en las fuerzas políticas en Polonia no conduciría a ningún cambio. Polonia ha sido uno de los países más anti rusos de Europa, independientemente de la orientación política de quienes están en el poder, señaló el periódico.