El titán tecnológico chino Huawei está experimentando alrededor de un millón de ataques cibernéticos por día, tanto dentro como fuera del país, que supuestamente apuntan a robar las tecnologías de diseño 5G de la compañía, reveló el vicepresidente senior de Huawei, John Suffolk, a Kyodo News.
En declaraciones a los medios japoneses en las instalaciones de Huawei en Dongguan, Suffolk, quien también está a cargo de la seguridad cibernética global de la empresa, dijo que el gigante tecnológico logró defenderse de la mayoría de los ataques cuyas fuentes permanecen sin identificar, pero algunos de sus Las computadoras antiguas se han visto afectadas por las intrusiones. Suffolk también explicó que los ataques incluyeron el robo de información confidencial mediante el envío de un virus informático por correo electrónico.
En septiembre, Huawei acusó a la administración Trump de «lanzar ataques cibernéticos para infiltrarse en los sistemas de información interna e intranet de Huawei». El presidente de Estados Unidos se negó a comentar sobre las acusaciones formuladas por la firma china de telecomunicaciones.
Anteriormente se informó que Huawei había alcanzado más de 50 contratos comerciales en todo el mundo relacionados con la propagación de tecnologías 5G súper rápidas. La red de quinta generación permitirá la transmisión de una gran cantidad de datos y permitirá conexiones inalámbricas en casi todos los productos y dispositivos, incluidos los objetos militares.
Sin embargo, a la compañía se le prohibió operar en algunos mercados industriales importantes como Japón y Australia, y Estados Unidos presionó a sus aliados para excluir a Huawei de los contratos gubernamentales, alegando que la compañía estaba involucrada en espionaje en nombre del gobierno chino.
En enero de 2019, Washington emitió acusaciones contra Huawei, que luego puso en la lista negra al gigante tecnológico chino y a alrededor de 70 de sus subsidiarias por comprar tecnología estadounidense y hacer negocios con empresas estadounidenses basadas en los cargos de espionaje industrial y uso de equipos con fines de vigilancia ilegal. Tanto Huawei como Beijing negaron las acusaciones, calificándolas de prácticas anticompetitivas injustificadas y políticamente motivadas causadas por una escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
El vicepresidente senior de Huawei, Suffolk, reiteró que la compañía nunca recibió ninguna solicitud del gobierno chino o del Partido Comunista para compartir información, argumentando que el gigante tecnológico estaba listo para trabajar junto con naciones extranjeras para eliminar las preocupaciones de seguridad planteadas por Washington.