Ecuador revirtió una serie de controvertidos recortes de austeridad como parte de un acuerdo con pueblos indígenas destinado a poner fin a casi dos semanas de protestas mortales que paralizaron al país y obligaron al gobierno a salir de la capital, Quito.
El acuerdo se alcanzó tarde el domingo después de cuatro horas de negociaciones entre el presidente Lenin Moreno y Jaime Vargas, el jefe del grupo paraguas indígena CONAIE.
Según el acuerdo, el gobierno de Quito revocó una orden que había eliminado los subsidios al combustible y provocó un fuerte aumento en los precios del combustible, anunciaron las dos partes en un comunicado conjunto.
Las medidas de austeridad se introdujeron hace 12 días para asegurar un préstamo de $ 4.2 mil millones del Fondo Monetario Internacional, lo que provocó protestas furiosas que dejaron siete personas muertas.
«Con este acuerdo, las movilizaciones … en todo Ecuador se terminan y nos comprometemos a restaurar la paz en el país», dijo el comunicado.
A cambio, los líderes de los pueblos indígenas acordaron pedir a sus seguidores que pusieran fin a las protestas y bloqueos de las calles que habían obligado a Moreno a reubicar al gobierno en la ciudad costera de Guayaquil.
El presidente también ordenó que la capital y sus alrededores se pusieran bajo toque de queda y control militar.
Antes de las conversaciones, que fueron mediadas por las Naciones Unidas y la Iglesia Católica, hubo enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes en Quito.
Sin embargo, las protestas fueron reemplazadas por celebraciones cuando se anunció el acuerdo.
Los grupos indígenas de Ecuador representan una cuarta parte de los 17,3 millones de habitantes del país.
Los líderes indígenas movilizaron a miles de manifestantes contra el plan de austeridad respaldado por el FMI del gobierno, que según el gobierno ahorraría al estado 1.300 millones de dólares al año.
En respuesta a sus líderes, personas de comunidades desfavorecidas de todo el Amazonas y los Andes habían viajado a Quito para participar en las protestas.
En la Amazonía, los manifestantes incautaron tres campos petroleros a principios de esta semana, promoviendo que el Ministerio de Energía suspenda más de dos tercios de su distribución de crudo.
Las autoridades dijeron que 1.349 personas resultaron heridas y 1.152 detenidas en las manifestaciones.