La prisión del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva resulta más visitada que el palacio del gobernante Jair Bolsonaro, afirmó el excanciller Celso Amorim en el 13 Congreso de la CUT que entra hoy en su tercera jornada.
‘Suelo decir que Brasil es probablemente el único país del mundo en el que una prisión, en una provincia, con perdón a Curitiba, es más visitada que el palacio presidencial’, dijo Amorim en el foro de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en alusión al número de líderes políticos y religiosos que visitan a Lula en la cárcel respecto a los que se reúnen con Bolsonaro en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia.
El tema Lula Libre dominó la mayoría de los debates en el evento que se realizará hasta mañana en Praia Grande, en la costa sur de Sao Paulo.
Todos los delegados brasileños y extranjeros defienden que el exdirigente obrero fue expulsado de la carrera presidencial y es un preso político que cumple una condena injusta en la sede de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, desde el 7 de abril del 2018.
El exministro de Relaciones Exteriores afirmó que el arresto de fundador del Partido de los Trabajadores no fue solo una cuestión de sacar a una persona de la contienda presidencial, sino de detener al líder más querido del país.
Para Amorim, la respuesta a este fenómeno resulta simple. En la cárcel, en Curitiba, hay un líder de la clase obrera que se ha convertido en un líder de todos los brasileños.
‘Lula es nuestro Nelson Mandela (expresidente sudafricano arrestado durante 27 años por defender el fin del apartheid en su país). La segregación racial en África solo terminó con la libertad de Mandela y solo tendremos un país libre y democrático con Lula Libre’, vaticinó el exjefe de la diplomacia.
Afirmó que el exsindicalista está orgulloso del pueblo brasileño. ‘Y es la energía del pueblo la que mantiene el espíritu de Lula en ascenso’, subrayó.