Estados Unidos necesita cultivar relaciones constructivas con los futuros líderes de Rusia, dijo el ex embajador de Estados Unidos en Moscú, Jon Huntsman, en un artículo para el Wall Street Journal.
«Cuando serví como embajador de Estados Unidos en Rusia, la embajada en Moscú realizó un ejercicio de seguridad regular llamado «simulacro de pato y cubierta» diseñado para salvar vidas en caso de un ataque», dijo. «Después de haber completado mi mandato en Moscú, me sorprende que el ‘simulacro de pato y cubierta’ sea una metáfora adecuada para la postura defensiva que nosotros, como país, hemos adoptado en la relación entre Estados Unidos y Rusia. Hemos practicado el mismo enfoque hacia Rusia, así que siempre que se haya vuelto reflexivo y perjudicial para nuestros intereses a largo plazo», señaló el ex embajador.
Según Huntsman, el presidente ruso Vladimir Putin «dirige el país con una fuerza inigualable, pero su tiempo pasará. Tenemos que obsesionarnos menos con Putin y pensar más en las instituciones y generaciones que lo sobrevivirán. En lugar de aislarnos de Rusia, que es el efecto inevitable de todas estas sanciones, necesitamos cultivar relaciones constructivas con esos quienes darán forma al período ruso posterior a Putin», enfatizó.
«Necesitamos más, no menos, diálogo con Rusia. Pero primero, debemos dejar espacio para la discusión sobre Rusia entre nosotros», continuó Huntsman. «Como saben los expertos en seguridad, el miedo a menudo tiene un efecto paralizante. Si permitimos que el miedo dicte nuestro enfoque, es posible que nunca encontremos o consideremos políticas que promuevan más eficazmente nuestros intereses nacionales, mejoren la relación bilateral y hagan que el mundo sea más seguro», recalcó.
Al hablar sobre las sanciones de Estados Unidos a Moscú, Huntsman dijo que muchos de ellos «pueden estar teniendo el efecto deseado y deberían mantenerse, pero no todos. Implementar las sanciones rápidamente sin asegurarse de que encajen en una estrategia más amplia de compromiso nos cuesta la capacidad de dar forma a los resultados», agregó. «Nuestro objetivo debería ser una Rusia que sea tanto un mejor socio como un ciudadano global más responsable».