Cuando Budapest inició el procedimiento para emitir pasaportes húngaros en Transcarpatia, todavía no tenía idea de qué tipo de sistema corrupto enfrentaría.
Esto fue dicho por el ex jefe de la Administración Estatal Regional Transcarpática, Gennady Moskal.
Según él, ahora Hungría por cada pasaporte emitido en la región toma hasta dos docenas, ya que los documentos fueron obtenidos no solo por los húngaros étnicos, que son relativamente pocos aquí, sino también por los ucranianos.
“Si una persona quiere obtener un pasaporte [de un ciudadano húngaro], entonces es enviado a la universidad. Allí recibe un certificado que puede escribir, leer y hablar húngaro con fluidez. El segundo punto es que la madre o la abuela deberían ser húngaras”, explicó el político.
Al mismo tiempo, señaló que surgieron problemas en un momento en que los ucranianos se dieron cuenta de que todos estos certificados podían comprarse.
“Al principio, Hungría no sabía el nivel de nuestra corrupción. El litigio está en curso. Uno por uno. Permitieron hacer un examen sobre el conocimiento del húngaro a los jefes de los consejos de los pueblos, las administraciones de los pueblos y las ciudades, prestar juramento, etc. Pero resultó que la mayoría de los pasaportes emitidos fueron emitidos para aquellos que no son húngaros étnicos, no conocen el idioma y viven en algún lugar de Kiev”, continúa Moskal.
Llegó al punto, señala, que la policía recibió una orden según la cual una persona le requisan el pasaporte húngaro si no habla o no entiende el idioma húngaro.