Para no discernir, las Naciones Unidas (ONU) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desempeñan diferentes funciones en el ámbito internacional. Sin embargo, ambas organizaciones tienen un objetivo común: la promoción de la intervención extranjera. Mientras la ONU promueve su fachada humanitaria, la OTAN proporciona la militarización de la supuesta agenda de derechos humanos de la ONU.
La participación de la OTAN en la 74ª sesión de la Asamblea General de la ONU en septiembre proporcionó una visión general de la colaboración actual que la organización tiene con la ONU. Jens Stoltelberg, secretario general de la OTAN, mencionó la colaboración de las organizaciones para «trabajar en estrecha colaboración para apoyar a Afganistán e Irak».
Desde la década de 1990, la cooperación de la ONU y la OTAN se basó en un marco que incluía la toma de decisiones y la estrategia sobre «gestión de crisis y en la lucha contra el terrorismo». En 2001, el presidente estadounidense George W Bush lanzó su ‘Guerra contra el Terror’ que finalmente se expandió para dejar el Medio Oriente y el Norte de África en perpetua confusión, a medida que el eufemismo acuñado se transformaba en la llamada Primavera Árabe.
Si bien las invasiones de Afganistán en 2001 e Irak en 2003 fueron lideradas por Estados Unidos, vale la pena recordar que la ausencia de la organización en ese momento no equivale a la exclusión de la guerra de los estados miembros de la OTAN. En particular, la invasión estadounidense de Afganistán invocó el Artículo 5 del tratado de la OTAN, que estipula que un ataque contra un estado miembro de la OTAN constituye un ataque contra todos los estados miembros.
«Para que la cooperación y el diálogo entre la OTAN y la ONU sigan siendo significativos, debe seguir evolucionando». La declaración en el sitio web de la OTAN es un enfoque burocrático que se separa de las violaciones de los derechos humanos creadas y mantenidas por ambas partes, que forman la premisa de dicha colaboración. .
La Resolución 1373 (2001) del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre la cual la OTAN basó su colaboración con la ONU, reafirma, «el derecho inherente de la autodefensa individual o colectiva como lo reconoce la Carta de las Naciones Unidas». La resolución otorga impunidad a los miembros. Estados y otros colaboradores de la ONU, incluida la OTAN, para definir qué constituye terrorismo y eliminar la intervención extranjera como un acto terrorista, a pesar de las ramificaciones que duran mucho tiempo después de que la agresión se haya terminado o minimizado.
La duplicidad de la ONU y la OTAN se expone en el discurso de Stoltenberg cuando afirma: «La OTAN también ha contribuido al desarrollo de normas de eliminación de la ONU para contrarrestar dispositivos explosivos improvisados, que siguen siendo una de las mayores amenazas para el personal de mantenimiento de la paz». ¿Por qué la ONU y la OTAN seleccionan formas rudimentarias? de la guerra por los bombardeos de precisión que han matado a miles de civiles en nombre de la lucha contra el terrorismo o la democracia?
En 2011, se suponía que el embargo de armas del CSNU evitaría la proliferación de armas a los rebeldes en Libia, una contradicción dada la autorización del CSNU para que la OTAN bombardee a Libia. Sin embargo, Francia desafió la resolución al declarar públicamente su proliferación de armas a los rebeldes en Libia, con el pretexto de su necesidad de proteger a los civiles libios. La OTAN negó su participación como organización en el suministro de armas a los rebeldes, a pesar de que un miembro de la OTAN tomó medidas. Con la ONU respaldando la intervención extranjera y la OTAN implementando las atrocidades, la ONU puede recurrir a sus supuestos roles humanitarios y de consolidación de la paz, de los cuales nunca hay una disminución debido al daño irreparable que ambas organizaciones han causado a los países explotados, colonizados y devastados. . La cooperación alabada por la OTAN no se basa en una división de roles, sino en difuminar la diferenciación entre la guerra y el humanitarismo, a fin de generar ambos como una agenda duplicada.
La OTAN sostiene que el CSNU tiene la «responsabilidad principal» de mantener la paz y la seguridad internacionales. Lo que evade la declaración es el interés individual de cada miembro, así como su marco colectivo como miembros de la OTAN. Para satisfacer al UNSC, los intereses individuales y la membresía de la OTAN, es imprescindible un denominador común. Para los autores de la intervención extranjera, la guerra constituye el legado vinculante.