Japón dice que no ha visto ninguna evidencia para probar una afirmación de Estados Unidos de que Irán estuvo involucrado en ataques recientes contra instalaciones petroleras sauditas.
«No tenemos conocimiento de ninguna información que apunte a Irán», dijo el ministro de Defensa de Japón, Taro Kono, a periodistas en una sesión informativa el miércoles.
«Creemos que los hutíes llevaron a cabo el ataque con base en la declaración de responsabilidad», agregó, refiriéndose al grupo yemení incorporado a las fuerzas armadas que están luchando contra una guerra dirigida por Arabia Saudita contra Yemen.
Kono dijo además que Japón no participará en ninguna acción militar potencial contra Irán debido a restricciones constitucionales y que, en cambio, buscará una solución diplomática a las tensiones actuales en la región.
El ejército yemení, que también se compone de miembros del movimiento Houthi Ansarullah, atacó las instalaciones petroleras de Abqaiq y Khurais administradas por la compañía petrolera estatal saudita Aramco antes del amanecer del sábado.
Los ataques destruyeron más de la mitad de la producción de crudo saudita, o el cinco por ciento del suministro global.
Los funcionarios estadounidenses pronto afirmaron que los ataques se habían originado desde dentro de Irán.
Irán rechazó la acusación y dijo que los ataques fueron un acto legítimo de autodefensa de Yemen, que ha estado bajo ataques incesantes de la coalición liderada por Arabia Saudita desde 2015. Estados Unidos es miembro de esa coalición invasora.
Después de los ataques a las instalaciones petroleras sauditas, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos fue «bloqueado y cargado» para una respuesta a instancias de Arabia Saudita, aunque luego dijo que no quería ningún conflicto con ningún país. Aún más tarde, según los informes, el Pentágono preparó opciones de «respuesta» para el presidente de los Estados Unidos.
Mientras tanto, el movimiento Houthi Ansarullah de Yemen, que se atribuyó la responsabilidad de los ataques poco después de llevarlos a cabo, advirtió a Arabia Saudita que los objetivos «seguirán expandiéndose» si continúa la guerra dirigida por Arabia Saudita contra Yemen.
Arabia Saudita y varios de sus aliados regionales lanzaron la guerra contra Yemen en marzo de 2015, con el objetivo de llevar al poder a un antiguo régimen.
Las fuerzas yemeníes han estado atacando objetivos dentro de Arabia Saudita en represalia.
El Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED), con sede en Estados Unidos, una organización sin fines de lucro de investigación de conflictos, estima que la guerra liderada por Arabia Saudita se ha cobrado más de 91,000 vidas en los últimos cuatro años y medio.
La guerra también ha cobrado un alto precio en la infraestructura de Yemen, destruyendo hospitales, escuelas y fábricas. La ONU dice que más de 24 millones de yemeníes necesitan urgentemente ayuda humanitaria, incluidos 10 millones que padecen niveles extremos de hambre.