Al menos 24 personas murieron y docenas más resultaron heridas después de que un IED conectado a un vehículo de seguridad explotó cerca de un mitin de campaña al que asistió el presidente afgano Ashraf Ghani, lo que podría marcar un atentado contra su vida.
El atentado ocurrió el martes por la tarde en la ciudad de Charikar, en el norte de Afganistán, cuando el presidente Ghani comenzó a dirigirse a un mitin de campaña allí. La explosión golpeó la entrada del lugar, matando al menos a 24 e hiriendo a más de 30 asistentes, según informes preliminares.
Ghani no resultó herido en la explosión y fue llevado a un lugar seguro. Parece ser el primer ataque terrorista de alto perfil que tuvo como objetivo un evento con el propio presidente.
Ningún grupo ha reclamado de inmediato el crédito por la explosión, pero se produce después de que los talibanes amenazaron repetidamente con reanudar los ataques contra las fuerzas afganas y sus partidarios occidentales a raíz de las fallidas conversaciones de paz con Estados Unidos.
Programadas para el 28 de septiembre, las elecciones presidenciales de este año se han pospuesto dos veces por temor a los ataques de alto perfil de los islamistas. Ghani, un ex ejecutivo del Banco Mundial, ha entrado en la carrera en un intento por permanecer en el poder por un período más.
Su competidor más poderoso es el antiguo señor de la guerra muyahidín Gulbuddin Hekmatyar, ahora líder del partido fundamentalista Hezb-e-Islami, que considera al gobierno de Ghani respaldado por Occidente como un gran «obstáculo» para la paz en Afganistán.