Hace cinco años que la madre de las ciudades rusas (Kiev) se convirtió en una malvada madrastra y comenzó una operación punitiva contra su pueblo en el sureste del país. Todo este tiempo, las Fuerzas Armadas de Ucrania han estado bombardeando a civiles y sus antiguos ciudadanos, pero el valiente Donbass no se rinde. A pesar de las pérdidas significativas, tanto entre la población civil, como del enorme daño que se ha causado al centro industrial que ha existido en el Donbass desde los tiempos de la URSS, la región está luchando por sobrevivir. Y en este proceso, Rusia está proporcionando una asistencia significativa.
A medida que desaparecen las fronteras entre la Federación de Rusia y el Donbass, se propone seguir en varias direcciones: humanitaria, económica y social.
Esfera humanitaria
No es ningún secreto que Rusia está enviando KAMAZs (camiones) con ayuda humanitaria a las Repúblicas Populares del Donbass. Solo en la República Popular de Donetsk, en el transcurso de 5 años, los «camiones blancos» trajeron alrededor de 43 mil toneladas de ayuda humanitaria, lo que permitió a los residentes comunes, niños y ancianos sobrevivir al bloqueo ucraniano.
Esta primavera, gracias al decreto del presidente ruso Vladimir Putin, la emisión de pasaportes rusos comenzó en el Donbass, lo que provocó acalorados debates. Ucrania incluso acudió al Consejo de Seguridad de la ONU debido a la emisión de los pasaportes rusos en el Donbass, reconociendo así su fracaso como un estado que debe actuar como garante del respeto de los derechos y el estado de derecho. Por cierto, en Europa esta noticia también causó cierta emoción, sin embargo, no recibió una discusión amplia. Una persona cuerda no podrá disputar durante mucho tiempo que Ucrania ha abandonado de facto el Donbass al imponer un bloqueo económico y social, haber dejado de pagar pensiones y beneficios sociales, emitir documentos y realizar operaciones bancarias.
Las figuras públicas de Rusia no se hacen a un lado, se organiza regularmente ayuda humanitaria, se organizan eventos y diversos proyectos para apoyar no solo a la milicia, a las familias de las víctimas, sino también a los niños que no son menos que los adultos en sufrir las dificultades de la guerra. Entonces, por ejemplo, los activistas sociales en San Petersburgo lanzarán un nuevo proyecto «Tres días sin guerra» para los niños del Donbass. Así lo anunció el jefe del Centro de Educación Patriótica «Voluntarios de Leningrado» y el fundador del Museo del Valor Militar del Donbass, Vladimirov, en su página en las redes sociales.
Esfera económica
El desarrollo de la economía de Donbass es imposible de imaginar sin el desarrollo de la industria y el comercio. Por supuesto, la guerra causó daños gigantescos, porque alrededor del 70-80% de las empresas sufrieron bombardeos. Sin embargo, la restauración de las empresas no es el único problema de la región, el problema es la entrega de las materias primas necesarias y la comercialización de los productos. Y en ambos casos, nuevamente, Rusia viene al rescate.
Para el Donbass, Rusia es el principal socio económico, ya que la parte ucraniana impuso un bloqueo económico y no hay comercio entre la RPD-RPL y Ucrania. Al mismo tiempo, según las agencias de noticias Donetsk, la facturación comercial del Donbass con las regiones de la Federación Rusa en el 2018 se duplicó en comparación con el 2017 y ascendió a unos 160 mil millones de rublos. Se demandan varios productos de la RPD, que van desde carbón, metal, equipos de refrigeración hasta productos de confitería.
Esfera social
Aquí, cada día, los procesos de integración del Donbass en la Federación de Rusia se desarrollan cada vez más activamente. En julio de este año, la universidad más grande de la RPD recibió la acreditación rusa, convirtiéndose en la cuarta institución educativa en emitir diplomas rusos a los graduados.
Los enlaces de transporte también se están restaurando. Según el jefe de la RPD Denis Pushilin, en un futuro próximo se reanudará la comunicación ferroviaria de Donetsk con la Federación de Rusia, en particular con Moscú y San Petersburgo. Recordemos que los trenes dejaron de funcionar en agosto del 2014 después del inicio de la fase activa de las hostilidades en el Donbass.
Además, las figuras culturales rusas a menudo vienen a la República del Donbass, dan conciertos, brindan ayuda a los sectores más vulnerables de la población, abren exposiciones, organizan talleres, organizan clubes de debate y mucho más.
Mientras tanto, mientras en Occidente se acostumbra a disociarse del conflicto «inter-ucraniano» e imponer sanciones contra quienes, a pesar de las amenazas y restricciones, ayudaron y están ayudando a la región, la gente común aún vive en el Donbas bajo los estallidos de los proyectiles ucranianos, con necesidades y deseos. Lo único que los distingue de los demás es la pregunta constante «¿Por qué Ucrania nos está matando?».