China condenó una reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania y un mascarón de proa de Hong Kong, y pidió a Berlín que se mantenga al margen de sus asuntos internos. China afirma que las protestas en curso han recibido asistencia extranjera.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, se reunió con el líder de protesta Joshua Wong en Berlín el lunes, en un evento organizado por el periódico alemán BILD.
El martes, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo que China estaba «extremadamente insatisfecha y decididamente opuesta» a que Alemania permitiera a Wong visitar el país y reunirse con Maas.
«China ya ha presentado representaciones severas con el lado alemán», anunció Hua durante una rueda de prensa diaria.
Agregó que ningún gobierno u organización extranjera tiene derecho a interferir en los asuntos internos de Hong Kong, y enfatizó que «cualquier complot [que] dependa de extranjeros» está «condenado al fracaso».
Durante el evento, Wong le dijo a la audiencia que estaba luchando contra la «dictadura de China».
«Si estamos en una nueva Guerra Fría, Hong Kong es el nuevo Berlín», dijo el activista de 22 años.
Antes de partir hacia Alemania, las autoridades de Hong Kong lo detuvieron brevemente y lo acusaron de violar sus condiciones de libertad bajo fianza, luego de ser arrestado en agosto y acusado de organizar una asamblea no autorizada.
Wong es uno de los activistas más destacados de Hong Kong. Fue uno de los varios líderes de protestas fotografiados reuniéndose con un diplomático estadounidense de alto rango en Hong Kong. La infame reunión agregó peso a las repetidas acusaciones de Beijing de que Washington está brindando apoyo directo e indirecto a los manifestantes de Hong Kong.
Miles de manifestantes marcharon recientemente al consulado de Estados Unidos en Hong Kong, ondeando banderas estadounidenses y cantando el himno nacional del país. Los manifestantes exigieron que el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, interviniera en los disturbios en curso.