Un cambio propuesto por el Gobierno estadounidense a la forma de medir la pobreza reduciría drásticamente la cantidad de personas que califican para los programas de asistencia básica vital, advirtió hoy el senador demócrata Bob Casey.
En mayo pasado, la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca planteó modificar el modo en que se utiliza la inflación para calcular la definición oficial de pobreza, una fórmula que a menudo también se aplica para determinar quiénes son elegibles para recibir beneficios gubernamentales.
Mediante un artículo difundido este miércoles en la publicación Politico, Casey e Indivar Dutta-Gupta, codirector ejecutivo del Centro de Pobreza y Desigualdad de la Universidad de Georgetown, manifestaron que tal medida podría disminuir el número de personas con acceso a programas como Medicaid, la atención médica para niños y la asistencia alimentaria.
El texto, titulado Una forma cínica de hacer desaparecer a los pobres, acusa a la administración del republicano Donald Trump de estar redefiniendo la pobreza para reducir los beneficios netos a los estadounidenses de bajos ingresos.
Según indica el artículo, en la actualidad la forma de medir la pobreza se vincula con la inflación, a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero el ejecutivo de Trump quiere cambiar esa medición por una que crezca más lentamente que el IPC.
A decir de Casey y Dutta-Gupta, eso significa que incluso si sus ingresos siguen siendo demasiado bajos para cumplir con los estándares básicos de vida, con el tiempo cada vez menos estadounidenses caerían por debajo del umbral de pobreza, y dejarían de ser elegibles para los programas destinados a personas de ingresos bajos y moderados.
Un análisis reciente del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas arrojó que, a raíz de la modificación propuesta, 250 mil personas mayores recibirían menos ayuda para pagar por medicamentos recetados; 300 mil niños perderían su seguro de salud; y cientos de miles de personas dejarían de recibir asistencia alimentaria.
Los esfuerzos de la administración Trump para ‘reducir’ artificialmente la pobreza, denunciaron, es una maniobra falsa para reducir el gasto del Gobierno.
El presidente y muchos republicanos argumentarán que no podemos permitirnos ayudar a las familias con dificultades, pero no se preocuparon en absoluto cuando financiaron un recorte de impuestos enorme y devastador en 2017 que incluyó cientos de miles de millones de dólares en obsequios a los estadounidenses más ricos, añadieron.
De acuerdo con los autores, la reducción de la pobreza requerirá cambios significativos en las políticas, no cambios mal considerados en la definición.