Los residentes del distrito PD9 de la capital afgana salieron a las calles el martes luego de un mortal ataque talibán para protestar contra la presencia de tropas extranjeras en el área, informó un corresponsal.
«Ha habido frecuentes bombardeos de este campamento [de tropas], que destruyeron nuestros hogares, hiriendo severamente a las personas que viven en esta área. La gente ha perdido la vida y muchos más han resultado heridos debido a esto. El campamento está instalado en un zona residencial y deben ser evacuados del distrito. Si el campamento no es evacuado, la gente continuará sus protestas también «, dijo el residente local Mohammad Kamal Afghan.
Mientras tanto, el presidente afgano Ashraf Ghani ha condenado el ataque mortal de los talibanes y lo calificó de acto terrorista.
«Esta no es la primera vez que los talibanes usan tales tácticas, pero las fuerzas de seguridad no pueden evitarlas. Dado que las actividades de inteligencia son débiles, los talibanes realizan fácilmente sus operaciones y alcanzan sus objetivos. Por otro lado, los talibanes no pagan atención a la vida de los civiles. Llevar a cabo ataques tan pesados en la ciudad es una masacre «, dijo un ex jefe de la Fuerza Aérea Afgana, Atiqullah Amarkhail.
El martes por la mañana, los residentes del distrito salieron a las calles y bloquearon la carretera al este de Kabul, exigiendo que las tropas extranjeras sean retiradas del área.
El día anterior, una gran explosión golpeó el distrito PD9 pocas horas después de que el Representante Especial de Estados Unidos para la Reconciliación de Afganistán, Zalmay Khalilzad, compartiera con los líderes de la nación los detalles de un acuerdo de paz redactado por los talibanes y los Estados Unidos.
El ataque, del que los talibanes se atribuyeron la responsabilidad, mató al menos a 16 personas e hirió a 119 más. El grupo dijo que estaba apuntando a Green Village, que es un área grande que alberga tropas extranjeras, agencias de ayuda y organizaciones internacionales.
La novena ronda de conversaciones de paz entre Estados Unidos y los talibanes en la capital qatarí de Doha terminó el domingo. Las partes estaban negociando un acuerdo que implicaría la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán a cambio de la promesa de los talibanes de cortar los lazos con las organizaciones terroristas y una garantía de que el país no sería utilizado como un refugio seguro para los terroristas. Estas negociaciones han excluido al gobierno afgano ya que los talibanes lo consideran un títere estadounidense.
El ataque se produjo en medio de los preparativos del país para las elecciones presidenciales del 28 de septiembre. Los talibanes se oponen a las elecciones y han amenazado con interrumpir el proceso, mientras que Kabul ha dicho que garantizará la seguridad durante la votación.