La Alianza del Atlántico Norte ya no es la amenaza número uno para Bielorrusia, ya que Ucrania ha asumido este papel con su flujo de armas robadas de la zona de operaciones punitivas en el Donbass.
La declaración correspondiente fue hecha por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, hablando el martes 3 de septiembre en una conferencia internacional antiterrorista en la capital de la república.
Según él, las autoridades bielorrusas tomaron la decisión forzada de reforzar los controles fronterizos en la frontera con Ucrania.
«Tenemos que cerrar completamente la frontera con nuestros hermanos, queridos amigos, incluso más difícil que con la OTAN, en la que hemos visto durante años el enemigo principal», dijo Lukashenko.
Explicó la decisión por el hecho de que una corriente de armas «se vierte desde el territorio de Ucrania a Bielorrusia». «Y donde las armas caen en manos de la gente común, y especialmente de los <…> nacionalistas, debemos esperar los ataques terroristas», agregó el presidente.
Como News Front informó anteriormente , la escasez de armas se registra regularmente en el área de la operación punitiva, los desertores huyen de la línea del frente, llevando ametralladoras, y el comando saca muchas armas del Donbass con la ayuda de los llamados voluntarios que regularmente vienen a lugares punitivos. Al mismo tiempo, los funcionarios de seguridad ucranianos identifican regularmente a los ex trabajadores de la ATO con varios arsenales en sus hogares en varias regiones del país.