A tres meses de concluir su mandato y la economía en una encrucijada, el presidente argentino, Mauricio Macri, abre hoy septiembre con una medida que busca impedir la fuga de capitales al restringir la compra de dólares.
Mientras unos hablan de cepo y las reacciones de un nuevo decreto de necesidad y urgencia la víspera se sienten aún con fuerza en las redes sociales, este lunes los ojos estarán doblemente puestos en los mercados tras la decisión gubernamental que establece desde hoy y hasta el 31 de diciembre la restricción de acceso a la adquisición de la moneda verde.
En la normativa, que sorprendió al ser publicada este domingo, el Ejecutivo limita la compra de divisas hasta 10 mil dólares mensuales para atesoramiento, obliga a los exportadores a liquidar divisas en una plazo de hasta cinco días hábiles y autoriza el pago de impuestos con bonos.
Según especialistas, se trata de un cepo parcial, pues las personas físicas pueden comprar ese monto por mes y transferirlos al exterior por ese mismo valor al mes, pero el que quiera exceder esos montos, deberá ahora pedir autorización al Banco Central.
En busca de contener el terremoto financiero que mantiene el dólar inestable, con una gran volatilidad de los mercados, el Gobierno señala en la normativa que hasta el último día del presente año el contravalor de la exportación de bienes y servicios deberá ingresarse al país en divisas y/o negociarse en el mercado de cambios en las condiciones y plazos que establezca el Banco Central.
En declaraciones a la prensa, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, señaló que la decisión se tomó como un ‘control de capitales y un control a la dolarización’.
En medio de la tempestad que atraviesa desde el pasado 12 de agosto, un día después de las elecciones primarias, en las cuales la coalición que representa sacó un puntaje muy por debajo de lo esperado, Macri y su equipo intentan hoy de todo para contener la compleja situación.
Desde congelar el precio de los combustibles por 90 días, incrementar algunos planes, quitar el IVA a varios alimentos, renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional y ahora restringir la compra de divisas, son varias las decisiones que ha tenido que tomar, apretado por la crisis, en estas últimas semanas.