El 31 de agosto, otro alto el fuego anunciado por la alianza sirio-iraní-rusa entró en vigor en Gran Idlib. Este alto el fuego es otro intento de Siria y sus aliados para reducir la situación en el noroeste de Siria y resolver el conflicto por medios políticos.
Sin embargo, no es probable que este movimiento encuentre algún tipo de comprensión por parte de los terroristas de Hayat Tahrir al-Sham y otros grupos extremistas. Por lo tanto, es muy probable que las hostilidades en esta área se reanuden en septiembre.