Activistas climáticos se han reunido en la ciudad francesa de Bayona para denunciar las políticas del presidente francés Emmanuel Macron en una protesta denominada «marzo de los retratos».
Cientos de personas, algunas con chalecos amarillos, marcharon por las calles de Bayona, Francia, con retratos de Emmanuel Macron. Sin embargo, no fue una muestra de apoyo al luchado líder francés. Los retratos fueron robados a principios de año de edificios gubernamentales en toda Francia y los participantes participaron en la manifestación.
«Los tenemos al revés como símbolo de una total falta de sentido en sus políticas», explicó uno de los activistas.
Otros se quejaron de que Macron es «todo hablar» y exigieron que tome medidas concretas para abordar la crisis climática. Sus quejas se resumieron en el lema «¿Dónde está Macron?» Y pancartas que decían «Macron, el campeón de bla, bla, bla».
Un informe de junio del consejo asesor independiente francés sobre el clima mostró que el gobierno no cumplía con los objetivos de reducción de emisiones que se había fijado. Los críticos de Macron también citan su apoyo al Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre la UE y Canadá, que, según ellos, redujo los estándares ambientales.
La protesta es solo una de las muchas que coinciden con la reunión cumbre del G7 celebrada en Biarritz, que es vecino de Bayona. Se espera que el cambio climático sea uno de los temas centrales de la reunión, y Macron ya ha llamado a la acción contra los intensos incendios forestales del Amazonas, que aparentemente no ha impresionado a los manifestantes en Bayona.