La expresidenta brasileña Dilma Rousseff condenó el cumplido que el mandatario Jair Bolsonaro hizo al excoronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, responsable por un centro ilegal de torturas durante la dictadura militar (1964-1985), indica hoy el portal Brasil 247.
Sin medir consecuencias, Bolsonaro dijo este jueves ante la prensa que Brilhante Ustra fue un héroe nacional e impidió que ‘Brasil cayera en aquello que la izquierda quiere hoy en día’.
El político de extrema derecha almorzó en esa jornada con la viuda (Maria Joseita Silva) del extinto alto oficial, uno de los responsables por la práctica de torturas y asesinatos durante el régimen castrense, según estableció la Comisión Nacional de la Verdad, un órgano oficial que investigó violaciones a los derechos humanos.
Antes de asumir el poder, Bolsonaro había lisonjeado al verdugo en una intervención en el Congreso, cuando siendo diputado votó a favor del golpe parlamentario, mediante impeachment (proceso de destitución), contra Rousseff en 2016 y llamó a celebrar la memoria de Brilhante Ustra.
‘Es inaceptable que un jefe de Estado y de Gobierno defienda la tortura y no tenga en cuenta los acuerdos firmados por su país en violación de los principios fundamentales de la civilidad de la comunidad internacional’, comentó ahora Roussef, quien fue arrestada y agraviada durante la dictadura, tras escuchar las declaraciones del adulador de ese oscuro periodo.
Recordó que ‘Brasil está obligado por el Estatuto de Roma, un acuerdo redactado bajo los auspicios de la ONU y respaldado por el presidente de la República y el Congreso Nacional, en 2002’.
Bolsonaro intentó en marzo reivindicar la dictadura y exhortó a los militares a conmemorar el golpe militar de 1964, anuncio que causó una ola de repudio en la sociedad brasileña.
Casi todos los sectores denunciaron la irresponsabilidad del presidente, al intentar justificar el probado hecho y negar los actos criminales del gobierno militar instalado que cobró más de 430 muertes.