El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el domingo que las fuerzas militares turcas ingresarán a la parte Este del río Éufrates en Siria.
«Entramos en Afrin, Jarablus, al-Bab. Ahora entraremos al este del Éufrates», dijo Erdogan en un evento en la ciudad noroccidental de Bursa.
El líder turco dijo que Turquía había compartido esta información con Estados Unidos y Rusia.
«Mientras continúen los incendios de hostigamiento, no podemos permanecer en silencio», dijo Erdogan, y agregó que «se nos está acabando la paciencia».
El ejército turco y sus rebeldes sirios aliados tomaron a al-Bab, Jarablus y Afrin del Estado Islámico y la milicia kurda siria, respectivamente, en las últimas dos operaciones.
Está previsto que una delegación militar estadounidense llegue a la capital turca el domingo para una nueva ronda de conversaciones, ya que las negociaciones anteriores no lograron llegar a un acuerdo para crear conjuntamente una zona segura en la parte norte de Siria controlada por la milicia de las Unidades Protección del Pueblo Kurdo, que es visto por Turquía como un grupo terrorista.
Ankara ha amenazado durante mucho tiempo con otra ofensiva militar al este del Éufrates en Siria para acabar con las fuerzas YPG respaldadas por Estados Unidos, y ha reforzado las fuerzas a lo largo de la parte de la frontera controlada por YPG en medio de las diferencias con Washington sobre la zona de seguridad.
Turquía se moverá para establecer la zona segura por sí solo en caso de que fracasen las conversaciones con Estados Unidos, dijo el viernes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, Hami Aksoy.
«Si la zona segura no se establece según lo planeado y las amenazas contra nuestro país continúan, lanzaremos la operación militar en el este del Éufrates», dijo anteriormente el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu.
A Turquía también le molesta que no se haya avanzado mucho en un plan conjunto con los EE.UU. para eliminar a los militantes de YPG de la ciudad de Manbij, en el norte de Siria.
Ankara y Washington, dos aliados de la OTAN, acordaron trabajar juntos en una zona segura en la parte de Siria controlada por el YPG a principios de este año después de que la Casa Blanca anunciara una retirada de las tropas de Siria y el presidente Erdogan pospuso una operación que amenazaba al este del Éufrates en Siria.