Estados Unidos busca llevar a Australia a su creciente escala con Irán, con el Secretario de Estado Mike Pompeo solicitando la ayuda de Canberra para asegurar rutas de envío contra «ataques no provocados» en el Estrecho de Ormuz.
Pompeo y el jefe del Pentágono, Mark Esper, se reunieron con sus homólogos australianos, la canciller Marise Payne y la ministra de Defensa, Linda Reynolds, en Sydney el domingo.
Estados Unidos espera que Australia «se asocie» con Washington y «confronte los ataques no provocados de la República Islámica de Irán contra el transporte marítimo internacional en el Estrecho de Ormuz», dijo Pompeo a los periodistas después de las conversaciones.
El ministro Reynolds confirmó que Estados Unidos está buscando ayuda australiana para tratar con Teherán, pero «hasta ahora no se ha tomado una decisión».
La solicitud que Estados Unidos ha hecho es seria y compleja, es por eso que consideramos seriamente esta solicitud.
«Finalmente, como siempre lo hacemos, decidiremos qué es lo que está en nuestros intereses soberanos», dijo Reynolds.
Estados Unidos ha estado tratando de armar una misión naval internacional para patrullar el Estrecho de Ormuz y el Golfo Pérsico después de varios incidentes, que involucraron a fuerzas iraníes y petroleros extranjeros, ocurrieron en las vías fluviales
A fines de julio, Washington invitó formalmente a Alemania a unirse a la misión para ayudar a asegurar el tráfico marítimo y «combatir la agresión iraní» en la región. El ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, rechazó la solicitud y dijo que Berlín quería «evitar una mayor escalada en el Estrecho de Ormuz».
Gran Bretaña, cuyo petrolero «Stena Impero» fue capturado por Irán el mes pasado, también propuso enviar un escuadrón liderado por la UE al Estrecho de Ormuz. Alemania y varias otras naciones europeas indicaron que están dispuestas a considerar esta idea.
Irán sostiene que el petrolero británico fue abordado después de haber violado las reglas marítimas al cruzar el Estrecho de Ormuz.