Las nuevas sanciones estadounidenses prohíben que los bancos presten fondos denominados no rublos a Rusia

La segunda ronda de sanciones estadounidenses contra Moscú por el caso Skripal incluirá la prohibición de que los bancos estadounidenses presten fondos denominados no rublos al gobierno ruso, dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Morgan Ortagus, en un comunicado publicado el viernes.

«Estas sanciones restringirán el acceso de Rusia al sistema de bancos multilaterales de desarrollo, el mercado estadounidense de emisiones primarias de deuda soberana rusa no denominada en rublos, financiamiento de deuda denominada en rublos y artículos de origen estadounidense que son estratégicamente importantes para el programa de armas químicas y biológicas de Rusia», decía el comunicado.

«Estas medidas podrían restringir el acceso de Rusia a miles de millones de dólares de actividad comercial bilateral con Estados Unidos», señaló el diplomático.

Como parte de las restricciones, Estados Unidos se opondrá a la extensión de cualquier préstamo o asistencia financiera o técnica a Rusia por parte de instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Los bancos estadounidenses también tendrán prohibido «participar en el mercado primario de bonos denominados en rublos emitidos por el soberano ruso y prestar fondos denominados en rublos al soberano ruso», dijo el vocero.

«Las licencias para exportaciones a Rusia de productos químicos y biológicos de doble uso controlados por el Departamento de Comercio estarán sujetas a una política de «presunción de denegación»», dice el comunicado.

El 1 de agosto, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó la Orden Ejecutiva, que estipula el procedimiento de sancionar al país que viola la Ley de Control de Armas Químicas y Biológicas y Eliminación de la Guerra de los Estados Unidos de 1991. La ley se usó como una justificación legal para realizar al primera ronda de sanciones a Rusia por el caso Skripal a fines de agosto del 2018.

Según la parte británica, el ex coronel de inteligencia militar rusa (GRU) Sergey Skripal, quien había sido condenado en Rusia por espiar para Londres y luego intercambiado por oficiales de inteligencia rusos, y su hija Yulia sufrió los efectos de un presunto agente nervioso en la ciudad de Salisbury en el Reino Unido el 4 de marzo. Al afirmar que la sustancia utilizada en el ataque había sido un agente nervioso de clase Novichok desarrollado en la Unión Soviética, Londres se apresuró a acusar a Rusia de estar involucrada en el incidente. Moscú rechazó todas las acusaciones del Reino Unido, diciendo que un programa destinado a desarrollar tal sustancia no existía ni en la Unión Soviética ni en Rusia.

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