El Pentágono perseguirá el desarrollo de misiles convencionales prohibidos lanzados desde tierra tras la retirada del tratado INF

Estados Unidos se retiró oficialmente del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) el 2 de agosto. Anteriormente reflexionó sobre los planes de desarrollo para desarrollar misiles previamente prohibidos por el tratado con el objetivo de desplegarlos en Europa, a pesar de las advertencias de que una nueva carrera armamentista podría seguir como resultado.

El portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, ha anunciado que el Departamento de Defensa comenzará el desarrollo de misiles lanzados desde tierra, previamente prohibidos por el tratado INF.

«Ahora que nos hemos retirado, el Departamento de Defensa seguirá plenamente el desarrollo de estos misiles convencionales lanzados desde el suelo como una respuesta prudente a las acciones de Rusia y como parte de la cartera más amplia de opciones de ataque convencionales de la Fuerza Conjunta», dijo.

Anteriormente, CNN informó, citando a un alto funcionario de defensa anónimo, que Estados Unidos planea probar un misil no compatible con INF que el Pentágono quiere usar para contrarrestar a Rusia en Europa en las próximas semanas. Según los informes, el Departamento de Defensa aún no ha comenzado oficialmente el programa de desarrollo, debido al tratado INF, pero ha estado trabajando en el nuevo misil de crucero y un lanzador móvil para él durante algún tiempo.

Estados Unidos consideró la opción de desarrollar dicho misil poco después del anuncio de febrero de 2019 del plan de retirarse del INF. Según los informes, también ha considerado desplegarlo en Europa, pero hasta ahora ningún país ha aceptado ser su anfitrión, y el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, excluyó la posibilidad de un despliegue nuclear en la región.

Moscú se opuso firmemente a los planes de Estados Unidos de retirarse del tratado y de desplegar potencialmente nuevos misiles en Europa, algo que fue prohibido bajo el acuerdo. El presidente Vladimir Putin advirtió que si ocurriera un despliegue, Rusia se vería obligada a apuntar a los sitios de misiles en Europa. En una declaración reciente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia sugirió que Estados Unidos descarte estos planes, prometiendo no desplegar sus propios misiles intermedios y de corto alcance en respuesta.

Washington planteó por primera vez la cuestión de abandonar el Tratado INF en octubre de 2018, citando presuntas violaciones por parte de Rusia y el carácter «desactualizado» del acuerdo. La Casa Blanca insistió en sus planes incluso después de que Moscú presentó documentación que proporcionaba detalles sobre los misiles que habían causado la preocupación de Washington.

En respuesta a la decisión de los Estados Unidos, Rusia, que también tenía preguntas de larga data sobre el cumplimiento de Washington, se retiró del tratado en julio de 2019. Moscú descubrió el despliegue de los lanzadores Aegis con capacidad Tomahawk en Europa y el uso de misiles y drones de alcance intermedio, que caen bajo la descripción de misiles en el texto del Tratado INF, para constituir posibles violaciones del acuerdo.

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