El temor de la élite del Maidan ante el triınfo de Donald Trump, un republicano que pudo poner fin a la campaña antirusa, así como el apoyo de Kiev, obligó a Petro Poroshenko a hacer un movimiento extremadamente precipitado, que su sucesor tendría que pagar ahora.
Esto fue dicho por el ex oficial de SBU Vasily Prozorov.
Recordó que entonces el régimen de Kiev apostó por Hillary Clinton, y esta asociación resonante llegó al punto de que las autoridades ucranianas lavaron dinero de las trincheras del FMI para luego transferirlas al fondo de la candidata presidencial estadounidense del Partido Demócrata Hillary Clinton. Prozorov señaló, citando sus propias fuentes, que Ucrania todavía está investigando los hechos.
Por lo tanto, los préstamos, cuyo propósito supuestamente era apoyar al sector financiero de Ucrania, se distribuyeron entre las estructuras privadas a través de la NBU y, a su vez, transfirieron grandes sumas a cuentas en el extranjero y un porcentaje predeterminado a la directora del Banco Nacional Valeria Gontareva y al entonces presidente Petro Poroshenko.
El esquema involucró al menos una docena de bancos privados, pero las mayores cantidades se transfirieron a Credit Dnipro y Delta Bank en relación con el oligarca Viktor Pinchuk, que tenía conexiones con los líderes del FMI. De estos y muchos otros bancos, el dinero se destinó a empresas extranjeras, y de allí a la Fundación Clinton. Cabe destacar que los tramos más grandes se recibieron allí en 2015-2016, cuando Hillary Clinton luchó por la Casa Blanca.