Corea del Norte dice que no tiene otra opción más que continuar desarrollando y probando nuevos tipos de armas de disuasión mientras los «belicistas» en el Sur continúen comprando armas modernas y realicen ejercicios militares conjuntos con los Estados Unidos.
El lanzamiento de la prueba del «nuevo tipo de arma guiada táctica» el jueves por la mañana fue supervisado personalmente por el líder del país, Kim Jong-un, informó KCNA, señalando que la prueba de armas se llevó a cabo «como parte de la demostración de poder» para advertir » Los belicistas militares de Corea del Sur contra la introducción de «armas ofensivas ultramodernas» y la realización de ejercicios militares conjuntos con las fuerzas estadounidenses.
No podemos sino desarrollar sistemas de armas súper poderosas para eliminar las amenazas potenciales y directas a la seguridad de nuestro país que existen en el sur.
Acusando a Seúl de «doble trato», Corea del Norte arremetió contra su vecino por hablar de paz mientras almacenaba armas estadounidenses. Además de optar por la compra de sistemas de Defensa de Área de Altitud Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés), Seúl ha recibido recientemente a dos combatientes furtivos de quinta generación F-35A Lightning II de los EE. UU. Y a pesar del acercamiento de Corea del Norte con los EE. UU. Y el Sur, los aliados planean realizar sus ejercicios militares anuales en agosto.
Corea del Norte reanudó su actividad de pruebas de misiles de corto alcance a principios de este año después de que la Cumbre de Hanoi entre el Presidente Donald Trump y el Presidente Kim Jong-un en Vietnam no produjera ninguna hoja de ruta clara hacia la paz. Las últimas pruebas se realizaron a pesar de la improvisada reunión que Trump tuvo con Kim en la Zona Desmilitarizada de Corea el mes pasado, donde acordaron reactivar las conversaciones de desnuclearización estancadas.
El liderazgo de Pyongyang ha sostenido durante mucho tiempo que los Estados Unidos deberían brindar algunas garantías creíbles, aliviar sus sanciones y detener los ejercicios militares con el Sur para que cualquier paz viable se adueñe de la Península. Washington, a su vez, insiste en la desnuclearización total antes de hacer cualquier concesión.