Rusia y Bolivia avanzan en la búsqueda de nuevas áreas de cooperación mutuamente ventajosas como la agricultura y la industria del litio, las investigaciones atómicas o las nuevas tecnologías de la comunicación.
Un nuevo impulso a esa alianza estratégica lo constituyó la visita del presidente de Bolivia, Evo Morales, a Moscú, donde se reunió con el mandatario ruso, Vladimir Putin.
Tras una corta, pero fructífera visita oficial el 11 de julio, el mandatario boliviano llevó de regreso la confirmación del respaldo ruso a sus intenciones de desarrollo, con varios acuerdos de colaboración rubricados.
Además, Morales labró con Putin puntos de una coincidencia política internacional que demuestra por pasos el carácter estratégico de los nexos bilaterales.
En una declaración conjunta sobre el refuerzo de la coordinación en asuntos internacionales, las dos partes destacaron el papel destructivo de la política de algunos estados que socavan el derecho internacional al tratar de imponer sus reglas.
Ambos condenaron la aplicación extraterritorial ilegal de la legislación nacional y el uso de sanciones unilaterales para eludir el Consejo de Seguridad de la ONU. Putin y Morales se pronunciaron en contra de los intentos de derrocar por la fuerza a gobiernos legítimos, contrarios al derecho internacional, y los evaluaron como una invasión de la soberanía de las naciones.
Reafirmaron su disposición a continuar los esfuerzos para contrarrestar la politización de la agenda internacional de derechos humanos y el uso de estos como pretexto para interferir en los asuntos internos de los países soberanos.
Rusia y Bolivia rechazaron las sanciones unilaterales contra Irán y expresaron su determinación de continuar la cooperación comercial y económica mutuamente beneficiosa con el país persa.
Pero la coincidencia de posiciones políticas se complementa con el incremento de la cooperación económica y tecnológica, para lo cual ambas partes firmaron nuevos acuerdos.
De ello da muestra la rúbrica de un arreglo sobre los términos y condiciones para el establecimiento de cooperación comercial entre la empresa rusa Acron y el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia.
La cooperación tecnológica se evidenció en el memorando de entendimiento sobre cooperación en el campo de la seguridad nuclear y radiológica, y en el uso pacífico de la energía atómica.
Otro elemento nuevo e importante fue la firma entre la Corporación Estatal rusa de Energía Atómica Rosatom y el Ministerio de Energía de Bolivia sobre cooperación en el desarrollo de la industria del litio.
Pero la colaboración abarca otros ámbitos como el acuerdo de cooperación entre la cartera del Interior de Rusia y el Ministerio de Gobierno de Bolivia, mientras que las academias diplomáticas de ambos países rubricaron un acuerdo de cooperación.
La Oficina del Consejo de Seguridad de Rusia y el Ministerio de Gobierno de Bolivia firmaron un memorando de entendimiento sobre la celebración para consultas en el campo de la seguridad pública.
Cada uno de los documentos mencionados ratifica una asociación estratégica y complementaria de dos naciones apegadas a la defensa de un orden mundial multilateral, y de la soberanía de los estados y del derecho internacional.
UNA MIRADA A BOLIVIA POR DENTRO
La estancia de Evo Morales en la Universidad Rusa de Amistad con los Pueblos (RUDN) dio otra dimensión a su visita a Moscú. Antes de recibir el título de Doctor Honoris Causa de esa casa de altos estudios, ofreció una mirada por dentro de Bolivia.
Nosotros gestamos un movimiento de liberación que no nace de grupos de intelectuales, de una Organización No Gubernamental o de alguna tendencia de izquierda, fue una organización para la lucha por los derechos de los sectores más explotados, afirmó.
Ese movimiento sorprendió de cierta forma en Bolivia, pues fueron personas que consideraron necesario gobernarse y dirigirse por sí solos, consideró el jefe de estado boliviano, ante un auditorio de profesores y estudiantes de la RUDN.
Quienes pasaron por el gobierno antes nunca les importó el saqueo de los recursos nacionales y por eso llevamos la lucha social a las urnas, destacó el primer estadista indígena de Bolivia.
Forjamos una unidad con los campesinos y otros sectores para la necesaria nacionalización de los recursos naturales y en la formación de especialistas ayudó mucho la RUDN, destacó Morales.
En Bolivia, el ministro de Defensa debía contar con el aval de la embajada estadounidense, como mismo ocurría con el jefe de Gobierno o el presidente del Banco Central. Éramos una colonia de Estados Unidos, denunció el mandatario suramericano.
Washington concedía créditos que condicionaban una práctica de chantaje político, recordó Morales, quien viajó a Moscú acompañado de gran parte de su gobierno. En 2005, la inversión pública rondaba los 639 millones de dólares, mientras que en estos momentos llega a los ocho mil millones de dólares, destacó el jefe de Estado.
Además, en 20 años la renta por los hidrocarburos acumuló tres mil millones de dólares, mientras que en el periodo de 2006 a 2019 superó los 37 mil millones de dólares, y la pobreza pasó de 38,2 por ciento a menos de 15 puntos, destacó.
Recordó como poco antes de llegar a la presidencia en apenas dos años fue testigo de la llegada a la máxima dirección del país de siete personas, mientras que en su mandato se logró la estabilidad política, tan importante para garantizar la atención social.
Morales subrayó la coincidencia de posiciones en la arena mundial con Rusia, un país que consideró puntero en los esfuerzos por consolidar un mundo multipolar, el respeto al derecho internacional y a la soberanía de los pueblos.