Nuevas revelaciones del sitio The Intercept sacan hoy a la luz que Deltan Dallagnol, coordinador de la operación Lava Jato, sospechaba que el exjuez Sérgio Moro protegía al senador Flávio Bolsonaro para no disgustar al presidente Jair Bolsonaro.
Por las conversaciones divulgadas entre Moro y los fiscales de la Lava Jato resulta posible percibir que el Ministerio Público Federal no tenía dudas de que Flávio, uno de los cinco hijos del mandatario, mantuvo un esquema de corrupción en su oficina cuando era diputado por el estado de Río de Janeiro.
Según un extracto de las pláticas filtradas, a Dallagnol le preocupaba la forma en que el actual ministro de Justicia dirigiría el caso, sugiriendo que podría ser indulgente con Flavio, ya sea por los límites impuestos por el jefe de Estado o la intención de no hacerlo.
De acuerdo con los fiscales, el plan, operado por Fabrício Queiroz (exchofer y asesor de Flávio), sería similar a otros escándalos en los que se acusa a diputados estatales de emplear personal fantasma y cobrar parte del salario como contrapartida.
El coordinador de la Lava Jato dijo que ‘Flávio ciertamente’ estaría implicado en el plan.
El fiscal, sin embargo, expresó su preocupación: temía que Moro no continuaría con la investigación por las presiones políticas del recién elegido presidente y el deseo del juez de ser nominado al Supremo Tribunal Federal.
Hasta el día de hoy, como presumía Dallagnol, no hay evidencia de que Moro, quien en el momento de las conversaciones había abandonado el 13 Tribunal Federal de Curitiba y aceptó la invitación de Bolsonaro para comandar el Ministerio de Justicia, adoptó alguna medida para investigar el esquema fantasma de Flávio y sus conexiones con poderosas milicias en Río de Janeiro.