Los intentos de hacer que los consumidores europeos compren gas natural licuado estadounidense (GNL) van en contra de los principios de economía de mercado y democracia, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en una entrevista con el periódico alemán Rheinische Post.
«Creemos que es incorrecto aprovechar la cooperación energética para ajustar los puntajes políticos y considerar los intentos de hacer que los consumidores europeos compren el GNL estadounidense más caro como una herramienta no democrática y no de mercado», dijo Lavrov. «Esperamos que cuando los socios en Alemania y otros países europeos tomen decisiones sobre el gas y otras cuestiones, se centrarán en los intereses de su gente en lugar de en las instrucciones del extranjero», agregó el máximo diplomático ruso.
Al hablar sobre la posición de Dinamarca en el proyecto Nord Stream 2, Lavrov señaló que Copenhague había politizado el asunto y estaba retrasando la emisión de un permiso para la construcción del gasoducto en la zona económica exclusiva del país.
«Creemos que la demora en considerar las aplicaciones del operador del proyecto va en contra del derecho marítimo internacional que hace posible construir instalaciones de infraestructura de energía en áreas marítimas. Hay que recordar que ningún país, incluida Dinamarca, tuvo ninguna queja con respecto a lo largo del ducto de Nord Stream del cual se planeó inicialmente la construcción del Nord Stream 2», señaló Lavrov.
«Las compañías energéticas europeas líderes, de las que difícilmente se puede sospechar que tienen planes antieuropeos, apoyan este proyecto», agregó. «Esperamos que el nuevo gobierno danés, formado después de las elecciones parlamentarias, abandone la política de confrontación y tome las decisiones correctas», dijo el máximo diplomático ruso.