La situación sigue siendo tensa en el Golfo desde que Irán prometió apoderarse de barcos británicos en respuesta a la detención de un petrolero iraní que transportaba petróleo en Gibraltar. Londres cree que el petróleo estaba destinado a Siria, lo que viola las sanciones europeas contra el país, pero Teherán lo negó y exigió que el barco sea liberado.
Las fuerzas del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán detuvieron a un petrolero extranjero junto con 12 miembros de la tripulación al sur de la isla Lark en el Golfo Pérsico por sospechas de que estaba contrabandeando un millón de litros de petróleo, informó la Agencia de Noticias Fars. Hasta el momento no ha habido información sobre el nombre del petrolero o el país al que pertenece.
Según la Agencia de Noticias Tasnim, citando a un portavoz del CGRI, las fuerzas iraníes detuvieron el barco el 14 de julio y lo detuvieron después de que confirmaran que llevaba petróleo de contrabando. Según informes, el petrolero transportaba petróleo de los contrabandistas iraníes a compradores en el extranjero.
El mismo día, el jefe del Comando Central de Estados Unidos, Kenneth McKenzie, anunció que trabajaría «agresivamente» para garantizar la libertad de navegación en el Golfo Pérsico y que ha estado contactando a otros países al respecto.