Una delegación del movimiento de resistencia de Hamas se reunió con el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mikhail Bogdanov, en Moscú, y ambas partes subrayaron la necesidad de una unidad intra-palestina, ya que Estados Unidos se prepara para desvelar un polémico plan de «paz» destinado a consolidar la ocupación de Tel Aviv. Territorios palestinos.
La embajada rusa en Tel Aviv dijo en un comunicado que Bogdanov y Mousa Abu Marzook, quienes encabezaron la delegación de Hamas, «intercambiaron puntos de vista sobre el asentamiento palestino-israelí» durante su reunión el martes.
La pareja «también discutió los esfuerzos para restaurar la unidad intra-palestina», leyó la declaración, agregando que «no hay alternativa a una solución política al problema palestino sobre la base legal existente».
También señaló que la parte rusa había «reafirmado su disposición a proporcionar a los palestinos la asistencia necesaria para lograr el consenso nacional».
La delegación de Hamas viajó a Moscú el lunes por invitación de Bogdanov.
Hamas dirige la Franja de Gaza independientemente de la Autoridad Palestina con sede en Ramallah, ya que las dos facciones palestinas están involucradas en una disputa política. Gaza ha estado sufriendo un asedio por Israel desde 2007 y fue testigo de tres guerras israelíes mortales desde 2008.
Las conversaciones en Moscú se produjeron cuando Estados Unidos ha estado trabajando para elaborar un acuerdo muy controvertido destinado a poner fin al prolongado conflicto israelí-palestino. Ese plan, del cual se informa ampliamente que está sesgado hacia el régimen en Israel, ya ha sido rechazado por unanimidad por todas las facciones palestinas, incluyendo a Hamas y la Autoridad Palestina.
Washington dice que su acuerdo no se adheriría a la Iniciativa de Paz Árabe, que fue adoptada por la Liga Árabe en 2002 e insta a la retirada de Israel de las tierras que ocupó en la guerra de 1967, incluyendo Cisjordania, Al-Quds de Jerusalén Este y los Altos del Golán de Siria.
Moscú advirtió que el llamado plan de paz de Washington «arruinaría todo» de la resolución de conflictos anterior y no garantizaría plenamente un estado palestino basado en las fronteras de 1967.
Los palestinos dejaron de reconocer a EE. UU. Como mediador en el conflicto con el régimen de Tel Aviv en 2017, después de que el presidente estadounidense Donald Trump reconociera a la Jerusalén ocupada al-Quds como la «capital» de Israel en desafío al derecho internacional.